Ecuador arrolló a la Selecta

Los sudamericanos arrasaron 5-1 a El Salvador en el Red Bulls Arena, en partido amistoso. 

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Plata marca el segundo gol ecuatoriano ante Mendoza. 

/ Foto Por foto edh - cortesía USA TODAY Sports

Por César Najarro/Carlos Vides

2014-10-14 6:10:00

NEW JERSEY. Durísima lección le dio Ecuador a El Salvador, en un partido de despedida para Iván Hurtado del equipo sudamericano que terminó en fiesta para los suyos, que aprovecharon una triste, negra noche de Henry Hernández en el arco. 

Después de un tremendo lapso de quince minutos de El Salvador, en los que el cuadro de Albert Roca no solo se vio bien sino que hizo ver mal al rival, lo encerró por momentos, le quitó la pelota y hasta ensayó buenas jugadas y un remate potente de Alex Larín (6’), el equipo se desarmó por completo, y cayó estrepitosamente.

Fueron 15 minutos en los que, hay que decirlo también, el réferi bien pudo pitarle un posible penal a Hernández, por un choque con Valencia, tras un pelotazo filtrado para el delantero. No lo consideró así el árbitro, y El Salvador respiró tranquilo.

En ese lapso, el cuadro de Roca presionaba muy bien, en bloque, con sentido, con Menjívar y Puyed como ejes claves que le daban equilibrio a un equipo descarado, que le faltaba el respeto al rival, que se la creía… 

Quizás se la creyó demasiado. Quiso arriesgar mucho el equipo de Roca, y lo pagó caro porque moralemente se fueron abajo con los errores de Hernández, carísimos.

El primero, sobre el 16’. En un movimiento diagonal, Joao Plata salió con balón dominado desde la banda izquierda y probó a arco con un remate ciertamente lejano, que se desvió en la cara de Néstor Renderos. Nada hubiera pasado con ese tiro, pero el meta Hernández estaba demasiado salido, y, para su mala suerte, la bola le bañó por completo.

Adiós al ímpetu
Ese tanto pareció ser una bofetada emocional. Ya había demostrado El Salvador que podía, pero las ideas se le fueron, se le diluyeron por completo. Arturo Álvarez estaba desconocido. Larín desapareció por la izquierda. Marvin no se juntaba. Rafa corría en solitario. La defensa hacía agua. Menjívar y Punyed veían como despejar. Ya no había conjunción.  

Para colmo, apenas dos minutos después, Henry regaló un balón. Despejó mal y la defensa quedó mal parada. Junior Sormoza filtró un balón entre Mendoza y Renderos y Enner Valencia, ante la salida de Henry, definió de derecha. En un abrir y cerrar de ojos, se fue al traste el partido, la valentía con que había salido el equipo porque estos errores se pagan demasiado caros con selecciones que sí definen.

El equipo estaba descontrolado, e intentaba como fuera llegar al otro lado. La tuvo Punyed sobre el 23’, pero se apresuró a disparar cuando podía devorar más terreno o abrir para Burgos o Monterrosa. Era obvia la ansiedad en el plantel. 

Un minto más tarde, Ecuador pudo meter el tercero, pero Henry cortó un centro de gol que había metido Ayovi buscando a Valencia.Y justo en la siguiente jugada, Jonathan González intentó sorprender, de larguísima distancia, a Henry, que, por enésima vez, estaba muy salido. La bola abrió apenas por un costado.
Sobre el 25’, llegó el tercero. Demasiado castigo, pero estos equipos no andan con contemplaciones. Si te pueden hacer diez en diez minutos, te los hacen. Mendoza regaló la marca, y Joao Plata ingresó al área. Salió lento Henry y Joao definió cruzado. 

Era tremendo el castigo, y no se miraba por dónde. Y las pocas del otro lado que se generaban en ese lapso, eran dilapidadas. Sobre el 34’, Burgos desperdició una, se “enllavó” cuando tenía a Marvin en un costado. Y minutos después, en una contra de cuatro nacionales contra tres, Marvin la terminó regalando.

El primer tiempo se acababa y, en una acción un tanto dudosa por una posible falta de Marvin sobre el ecuatoriano Juan Carlos Paredes, este terminó en el suelo. En la disputa por el balón, que iba en el aire, descaradamente la tocó con la mano el sudamericano. El penal, lo convirtió Rafa Burgos, con mucha suerte también, porque se lo paró el meta Domínguez, pero con su cuerpo, cayó sobre la bola y esta terminó ingresando.

Otro partido, otra actitud
Para la segunda parte, algo bueno les dijo Roca a sus pupilos, que salieron como si nada. Borrón y cuenta nueva, mentalidad positiva, a luchar todos, en orden, como al principio del juego. El Salvador jugaba mejor que Ecuador, y generó, generó y generó, y dilapidó, dilapidó y dilapidó.

La tuvo Álvarez en una contra, pero Domínguez le atajó el tiro elevado. Quizás debió tirar por bajo, asegurar ante un meta alto. La tuvo Burgos en postura acrobática, pero la bola pasó “besando” la orquilla. La tuvo Júnior Burgos, tras una gran jugada colectiva, pero su remate se fue a las nubes. 

Después de ello, Ecuador reaccionó y el partido volvió a ser parejo. Al 66’, Henry volvió a despejar mal, y le quedó a Ayovi, quien probó de lejos, pero respondió el arquero. 

En los últimos 20 minutos, se terminó de caer el equipo. Nunca pudo recortar, meterse en el juego. Valencia se encargó de “matar” al conjunto de Roca con una jugada individual al 73’, en una contra y pase de Ramírez. Valencia entró al área, recortó fácil a Renderos y remató para poner el cuarto en la cuenta.

Pudo meter más Ecuador, pero salvó al 78’ Menjívar con una barrida providencial. Y al 79’, el poste le negó el suyo a Sormoza. 

El gas se le acabó a los salvadoreños. Los cambios no oxigenaron, pero sí a Ecuador, que puso la cereza al pastel, a la fiesta de Hurtado, sobre el 83’, cuando en un nuevo contragolpe, ya con la selección tirada, partida, Pinilla anotó tras quitarse a Renderos y ante la floja marca de Castro.

Dura lección para un equipo que intentó jugarle de tú a tú. Fue distinto que contra Colombia, con el que se llegaba a contragolpes. Acá, Ecuador pudo meter más goles. Acá, la Selecta pudo meter unos tres también. Acá, hubo errores muy graves, fatales, y deja un punto a discutir, a trabajar:¿qué hacer con la moral del equipo cuando se ve abajo?