La Federación Internacional de Futbolistas Profesionales fue creada en los 60 con la intención de crecer las relaciones entre las Asociaciones nacionales y los jugadores profesionales que las componen. Desde su fundación, FiFPro ha visto pasar el tiempo mientras ocupado por la indefinición del papel que juega en el mundo del fútbol.
Mucho de esto depende de la poca correspondencia que existe entre ellos y la Asociación del país del que provienen. Inequívocamente ha sido cualquier manera el mas exitoso de los esfuerzos realizados para velar por la integridad del jugador de futbol profesional.
También el mas globalizado. FiFPro ahora se encuentra establecido en 56 países. La organización ha ganado renombre últimamente. Su campaña en contra del sistema actual de transferencias ha tenido mayor alcance que otras. En FiFPro argumentan que el sistema actual no beneficia al jugador y que el gran ganador el esquema en vigencia es el agente de futbolistas que termina con un tercio de la negociación.
FIFA ha reconocido al organismo al punto que le da un lugar privilegiado en su gala. El Equipo Ideal del año es elegido por los miembros de FiFPro y desde 2009 premiado en la ceremonia que la FIFA organiza y en la que también se entrega el Balón de Oro.
El XI Ideal de FiFPro es resultado de una encuesta que llega a los más de 65,000 socios. Los mejores jugadores del mundo elegidos por los jugadores del mundo. Cada uno recibe una forma sencilla en la que colocan el nombre de once jugadores. Eligen en base a una formación 4-3-3 sin restricción posicional. Cuatro defensas y pueden ser cuatro centrales o cuatro laterales si la encuesta eso determina. Lo mismo con las líneas siguientes.
Las formas de votación han sido repartidas y FiFPro, con sede en Holanda, se encuentra en el proceso de recolección de las mismas. Formas que no han llegado a ningún club salvadoreño.
En El Salvador no hay filial de FiFPro. Un fútbol en el que un directivo le niega alimentos a sus jugadores al terminar un partido, para que el plantel no regrese tarde a casa. Un fútbol en el que jugadores de selección Sub-21 reclaman porque para un viaje a Estados Unidos sus viáticos son apenas US$17. Un futbol en el que directivos no respetan contratos y les reducen los ingresos a golpe de capricho.
Un futbol que ve al futbolista como un producto que se comercializa sin respeto alguno a su integridad. Urge algo parecido a FIFPro, una asociación que vele por el respeto al jugador profesional. ¿Quién es el responsable de no contar con organismos que cuiden por su gremio? El jugador.
Salvo intentos aislados que han chocado con recurrencia en las paredes de la FESFUT, el futbolista salvadoreño ha permitido ser tratado con el poco respeto que hasta ahora le muestran. Es culpa del jugador salvadoreño subir a viajes que terminan siendo un tormento. Todo porque los dirigentes quieren ahorrar dinero a costa del descanso de los jugadores.
Es culpa del jugador salvadoreño que lo utilicen sin respeto, porque el jugador salvadoreño no ha hecho un sincero esfuerzo porque le respeten. Permite que abusen para alimentar condiciones que reducen las posibilidades de profesionalismo. Directivas que no cumplen con los compromisos contractuales adquiridos con los jugadores, esas historias han existido desde que el fútbol intenta superar la adolescencia.
El Salvador no es excepción. Hay un punto adonde el fútbol nacional destaca, directivas que permiten que un jugador abandone al equipo a mitad de torneo y que regrese sin problema alguno. Casos como el de Williams Reyes sólo en El Salvador.
Mas triste aún es que Reyes vuelve y sigue siendo líder de goleo del apagado torneo. El futbolista también es responsable. Sólo apreciando su profesión será capaz el jugador salvadoreño de ser tratado como un profesional.
Me contaron que el presidente de un equipo de Primera División entró al vestuario para reclamarle al entrenador que redujera la cuota de alimentos provistos para el refrigerio. “A estos perros, tienes que tratarlos como animales” le dijo. Ahí tienen la muestra.
Los tratan así porque así quieren. O buscan un camino que respete su profesión o la profesionalización del fútbol en El Salvador seguirá siendo una utopía. Hay instituciones como FiFPro que buscan el bien para el jugador. Costa Rica tiene una filial.