SANTA ANA. Un punto y nada más. Cero goles. FAS y Juventud no pudieron conseguir este miércoles un mejor resultado, en un estadio en pésimas condiciones. Sin embargo, los opicanos salieron con su negocio, con el punto de visita, mientras los tigrillos volvieron a dejar un mal sabor de boca a sus aficionados.
En los primeros minutos, Juventud Independiente tomó la iniciativa y arriesgó, la necesidad de puntos era importante para los dos equipos. Pero FAS lo tomó con calma, permitiendo a los opicanos jugar, pero tomando precaución.
Los tigrillos aparecieron con peligro hasta el minuto diez, con un pase por derecha de Bryan Tamacas que no alcanzó a conectar bien Léster Blanco. En la siguiente, se iría “en blanco” Gonzalo Mazzia, que no pudo rematar a puerta.
Sería breves momentos en los que los tigrillos lograrían poner en aprietos el área de Julio Martínez. Consiguió dos estacionarias, un tiro libre y uno de esquina, pero el portero opicano supo lucir sus reflejos, sobre todo en un cabezazo de Carlos Carrillo que terminó en manos de Martínez.
El choque, con un campo difícil ya que el engramillado estaba en mal estado, impidió que FAS tuviera un juego más vistoso y, al contrario, demostró poca creación y menos opciones de dominio. Mientras la Juve tocaba mejor a ras de piso, incorporándose mejor por las bandas y por carril central, con Herbert Sosa. El cuadro arqueológico dejaba solo en punta a Irvin Valdéz, pero se sumaba siempre al ataque Juan Carlos Portillo, por izquierda, y Sosa.
La manija del encuentro la mantuvo, en 25 minutos, Juventud. FAS no encontraba los espacios para salir a atacar, se movía bien hacia el medio, pero los centros largos no encontraban receptor. Mazzia y Blanco intentaban despegarse de las marcas de Jibrin y compañía, atrás, pero no eran oportunos para hacer la individual.
Poco a poco, Juventud fue disminuyendo la intensidad, cayendo en la dinámica tigrilla y dibujando el partido en el medio, donde Jaime Alas dominaba y daba salida. La creó así Alas (37’), con un toque en complicidad con Blanco, quien devolvió balón y Jaime encaró a Martínez. El portero opicano salió al achique, pero fue hasta en la segunda intensión de remate de Alas en que se quedó con el balón.
Después (42’), sería Tamacas el que se sumaría al ataque, dominaría, pero no podría rematar, cuando ya Martínez se había anticipdo para atajar. Sobre el cierre de la primera parte, Juventud contraatacó por izquierda con Valdés, que vio cómo se metía solo al área Sosa, asistió, pero éste no pudo marcar a puerta.
FAS siguió con la obligación de encontrar el gol, sobre todo en casa, ante un Juventud que mantenía el perfil y no bajaba la guardia. Pero seguía sin encontrar los espacios, sin poder presionar a fondo para romper el cerrojo del empate.
A Juventud, rescatar un punto le era bueno, pero pese a eso no bajaba la guardia. Valdés tuvo una, pero mandó su disparo demasiado elevado. A la contra, Mazzia recibió un balón que cabeceó a palo izquierdo de Martínez, y terminó fuera (59’).
El equipo tigrillo necesitaba oxigenar el medio y encontrar salida, por lo que llegó Marcio Teruel para sacar adelante esa labor. FAS adelantó filas, lo demostró con más llegadas de peligro que frenaron un poco la insistencia opicana de ataque. Además, ahuecó Blanco y llegó Kevin Mohammed, para dar fuerza en el frente santaneco.
Sin embargo, FAS siguió en la misma condición, sin contundencia y frente a una Juve que terminó por asegurar el punto. El equipo tigrillo sumó esfuerzos en busca del gol, pero erraba en el último pase, y el resultado fue el reflejo de la definición que le hace falta.
El empate deja a ambos equipos con 15 puntos, compartiendo la posición, todavía con la esperanza de meterse a los primeros lugares para una nueva clasificación a semifinales.