Alianza dejó el alma en las gradas

Su afición respondió pero por segundo juego falló y esta semana le toca visitar a ??guila y Marte. Si no reacciona, quedará fuera de semis

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Alianza tendrá que jugar obligadamente en Las Delicias porque el Mágico estará ocupado. Foto EDH

Por Victor Zelada/ Twitter: @zeladauceda

2014-10-26 8:55:00

Algo no está bien en Alianza. Ese destello de buen fútbol que tuvo ante la UES, hace una semana, lo perdió en dos partidos. El clásico contra FAS despertó interés y tanto la Ultra Blanca como la Barra Brava alentaron con sus cánticos, al ritmo de sus bombos, y doblaron en número a la afición de la Turba Roja.

El alma del jugador 12 para los albos dio su cuota, pero en la cancha no apareció el alma del equipo, la mística. Ni se tuvo la intensidad que podía esperarse por la rivalidad que existe contra FAS. Parecía que el único que se tomó en serio el juego fue Fito Zelaya, pero careció de chances de gol, tuvo una clara y dos tiros libres pero tuvo que bajar a buscar la pelota porque por ratos su equipo cedió el control a FAS.

Ramiro Cepeda se encargó de motivar al equipo cuando intentaron acechar el marco de Luis Contreras; siempre mantuvo la calma y no les reprochó a sus jugadores.

Con impotencia se vieron los dos jugadores inhabilitados, Yeison Murillo y Cristian Yeladián, a quiénes les faltan cuatro partidos más, desde la grada. Ambos se dejaron ver en la pista del estadio antes de arrancar el juego. Otro que sigue sufriendo porque está en la recta final de su recuperación es Víctor Turcios.

Nada salió, los goles no aparecieron, la química Toscanini-Zelaya estuvo inactiva, ni Danny Torres y Hugo Alejo cumplieron a cabalidad la función de volante diez, Óscar Arroyo sufrió cuando su defensa entró en pánico en las dos anotaciones.
Y el mayor látigo fue cuando un sector de la afición tiró la toalla cuando llegó el 2-0 al minuto 79’, abandonaron el estadio con desconsuelo y cabizbajos.

Tal vez no hubo una silbatina colectiva, pero hasta chiste le hicieron a su propio equipo. Un aficionado, en tribuna baja, hasta lanzó un zapato a la pista y simuló robarse un balón cuando el tiempo apremiaba.

Pero pese a no responder en la cancha, el plantel de Alianza tuvo el decoro de buscar a sus aficionados y agradecerles por el apoyo. 
Lo más fácil para varios jugadores fue caer en el silencio, sin dar la cara, sin querer hablar con los medios.

Su técnico Ramiro Cepeda fue de los pocos que sí hablaron. Sus palabras fueron pocas pero explicó: “No era lo esperado, teníamos que ganar pero es fútbol y si te equivocás, perdés. Cuesta suplir a Yeladián, volvimos a tener los mismos problemas, un tiempo con Danny y el otro con Hugo Alejo y nos cuesta ganar la pelota allí. La diferencia con el rival fueron los goles y nuestros errores defensivos. Fuimos muy pasivos en el primer tiempo”.

Para el defensor Adán Reyes “bajamos la intensidad que mostramos en partidos atrás. Cada uno de los jugadores debemos ser responsables”.