Los once exseleccionados salvadoreños a quienes la Fiscalía General de la República (FGR) les imputa el delito de encubrimiento de lavado de dinero, tras recibir varios miles de dólares por perder partidos, continuarán siendo procesados pero en libertad, como lo han estado desde que iniciaron las investigaciones en su contra, según determinó ayer el Juzgado 5o. de Paz de San Salvador.
Miguel Ángel Umaña, juez interino, determinó que el proceso judicial contra los 11 exmiembros de la selección mayor de fútbol pase a la etapa de instrucción.
“Es innecesario decretar la detención provisional”, afirmó el juez al dar a conocer su fallo. En los rostros de los imputados y de sus abogados se dibujaron sonrisas y cruzaron miradas entre ellos, al escuchar al juzgador.
La acusación fiscal indica que la investigación contra los once salvadoreños y tres extranjeros surgió a solicitud del apoderado general judicial de la Federación Salvadoreña de Fútbol, quien manifestó haber tenido conocimiento a través de noticias periodísticas que algunos jugadores de la selección nacional de fútbol mayor habrían convenido con extranjeros dedicados al negocio de las apuestas, a permitir ser derrotados por determinadas cantidades de goles a cambio de recompensas económicas.
El 29 de agosto anterior, la FGR presentó la acusación contra los 14 acusados quienes habrían participado en el amaño o arreglo de al menos seis partidos disputados entre los años 2010 y 2013.
A la audiencia inicial que comenzó el pasado jueves y concluyó ayer en la tarde, se presentaron cinco de los acusados: Dennis Alas, Dagoberto Portillo, Ramón Sánchez, Miguel Granadino y Romeo Monteagudo.
Considerando la actitud mostrada por los cinco, cual fue la de asistir voluntariamente a la audiencia inicial, el juez Umaña dijo que no les impondría ninguna restricción o medida a observar.
De los once acusados, Miguel Montes, Marvin González, Darwin Bonilla, Cristian Castillo, Osael Romero, y Mardoqueo Henríquez no se presentaron, pero el juez Amaya fue benevolente con ellos y, a diferencia de los cinco presentes, solo les impuso dos medidas: no visitar ciertos lugares (que especificará en su resolución) y no comunicarse de cualquier forma con los demás procesados.
Tres extranjeros ausentes
En este caso, la Fiscalía ha acusado también a tres extranjeros: Gaye Alasanne, un malí-singapurense, y Yaser Aráuz y Mauricio Collado, ambos de nacionalidad nicaragüense.
Alasanne, según la investigación fiscal, era el representante de la empresa Exclusive Sport, empresa que habría hecho los pagos a los seleccionados.
Esa empresa fue fundada por Wilson Raj Perumal, de origen singapurense, y que actualmente se encuentra pagando una condena por amaño de partidos en el área centroamericana y el Caribe, según la FGR.
Como ninguno de los tres se presentó a la audiencia ni designaron abogado para que los representara, fueron separados del proceso contra los 11 exseleccionados y continúan con la calidad de prófugos.
Desde el jueves anterior, los abogados de los futbolistas solicitaron al juez que cambiara el delito de encubrimiento de lavado de dinero a solo encubrimiento.
Sin embargo, el juez no accedió a esa petición por considera que habían pruebas, aunque mínimas, de la posible comisión de ese delito, y que ese cambio de delito podría hacerse conforme la Fiscalía vaya desarrollando las investigaciones sobre el supuesto lavado de dinero.
Piden investigar a miembros de la FESFUT
Durante la audiencia inicial, varios defensores pidieron que la investigación sea haga extensiva a miembros de la Federación Salvadoreña de Fútbol por haber tomado dinero de los supuestos amañadores sin importarles su procedencia, indicaron.
De hecho, en la acusación fiscal se menciona a una persona que sirvió de intérprete a dos extranjeros, entre estos Allassane, durante una visita que hicieron a la FESFUT, durante la cual le entregaron 30 mil dólares a esa entidad en concepto de “pago”, por la representación de la selección salvdoreña durante un encuentro con una similar del área centroamericana.
Esa persona, de origen salvadoreña, es la misma que según documentos notariales era fundadora de una empresa que en a mediados de la década anterior fue involucrada en lavado de dinero junto con un ciudadano de origen panameño.
Este último extranjero fue condenado a siete años de prisión por un tribunal salvadoreño por el lavado de más de 13 millones de dólares que disfrazaba de remesas tanto para recibirlas mayormente desde Estados Unidos, como para reenviarla a 21 países.
Sin embargo, a pocos años de haber sido condenado, el panameño fue enviado a su país para que cumpliera su condena en cárceles panameñas.
Contentos con la resolución
El viernes, al término de la audiencia, tanto abogados como imputados se mostraron satisfechos con la decisión judicial, aunque los exseleccionados se quejaron de que con la pena de carácter administrativo impuesta por la FESFUT, los habían dejado sin manera de ganarse el sustento de ellos y su familia, al prohibirles jugar fútbol.
Los cinco imputados coincidieron en afirmar que “les habían amarrado las piernas”, y de esa forma, les impedían trabajar como deportistas.
No obstante esas quejas, los exseleccionados se mostraron satisfechos y esperanzados de que al término del proceso judicial, quedará demostrada su inocencia.
Por su parte, la Fiscalía continúo sosteniendo que conra los imputados hay suficientes pruebas de que sí cometieron los delitos que les imputan.