El resultado de la Selecta reconforta. Y más allá de eso hay indicios para creer, para seguir en el camino de la recuperación, para soñar con un Seleccionado mejor.
Ayer fue una sólida tarea de todo el equipo pero hay jugadores para seguir con atención e ilusión. Y destacarlos, por su potencial.
Arturo Álvarez es uno de ellos. No vamos a descubrir ahora sus dotes técnicos. Es un jugador distinto al resto, diferente. Siempre lo ha sido y hoy se lo ve muy enchufado en el proyecto. Si se pusiera a tono en lo físico, su juego sería determinante. Un diamante que no terminó de brillar en la Selecta.
Darwin Cerén es otro de los imprescindibles. Corta, marca, distribuye y juega. Ayer hizo una jugada inolvidable desde mitad de cancha y su disparo mereció ser gol. Se fue muy cerca del poste. Si entraba, competía por ser uno de los mejores goles de esta Copa… en toda su historia. Su recorrido es muy importante para el juego azul
Lo de Kevin Santamaría también es para subrayar. Otro jugador con talento innato que deja la piel por esta nueva selección. Lo demuestra en cada intervención. Y su paso en Guatemala lo hizo crecer en caracter y determinación. Richard Menjívar se suma al grupo selecto. Es un cinco que marca, que corrre y raspa. Ayer le agregó a su juego una marca indeleble: un golazo por idea y definición. Sirvió nada menos que para ganarle a Honduras.
Creer en esta Selecta. Seguir confiando en el trabajo. Y soñar con un futuro mejor.