Un orgullo

La mamá del "clan Acosta" cuenta la historia de sus hijos y la natación. Una apuesta por la seguridad y el éxito

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El Director Ejecutivo de El Diario de Hoy, Fabricio Altamirano, le regaló a Marcelo Acosta las páginas donde se refleja su carrera desde los juegos Codicader hasta la medalla ganada en Nanjing y las planchas de impresión de las mismas. Foto EDH

Por Ester de Acosta

2014-09-07 11:47:00

Todo nació de la inquietud de todo padre para que aprendan a nadar sus hijos. El mayor nos dio un susto en una piscina y decidimos que era momento de que aprendieran a defenderse en el agua. Cuando empezaron, también los metimos en clases de fútbol. El mayor, Mauricio, tenía potencial pero el otro nada que ver, y entonces nos dedicamos de lleno a la natación.

Habíamos visto los Juegos de 1992 cuando inauguraron el poli y nos gustó mucho. Lo vieron nadar al mayor y enseguida le vieron condiciones. Entramos en enero y ya en marzo participó de un “Mini meet” (competencia para infantiles). Desde ahí, ya no pararon.

Cuando Marcelo nació en el 96, los hermanos ya competían. Desde el embarazo iba a ver las competencias. Ese era su medio, casi todas las tardes en el Poli Merliot. Metía la manita en el agua y nosotros lo agarrábamos. Pero la primera vez que lo metimos en una piscina, lloró mucho. Fue en el Flor Blanca. Después ya pasamos a El Polvorín y nos quedamos ahí.

Marcelo empezó a competir en “mini meet” igual que sus hermanos. Fue como un juego pero ya después empezó a ganar. Fue a su primer Codicader a los 13 años, a Managua. Y las tres pruebas fueron oro. Ahí empezamos a ver que no era “normal”. En los 1,500m. fue increíble.

Recuerdo que venía una tormenta muy fuerte pero nadie se iba de la piscina, todos lo querían ver. ¡Y tenía 13! 

Al final, cada uno fue especialista en lo suyo: Mauricio,  velocista; Rodrigo, en medio fondo y combinado. Y Marcelo salió fondista.

Cada vez que hay competencia es muy emocionante. Siempre he tenido la posibilidad de acompañarlos. Y cuando no puedo, como en China, lo sigo por Internet, con muchos nervios y emoción. Estoy muy orgullosa.