Mientras Argentina y Nueva Zelanda disputaban su encuentro en el McLean Park de Napier, Rosa Kupa, de 25 años, obligó a que el juego fuera parado por su invasión al campo, con la sorpresa que lo hizo desnuda, únicamente con un gorro de lana en la cabeza y unos calcetines en los pies.
Fueron 35 segundos de fama antes de ser interceptada por la seguridad del recinto. La chica consiguió saltar al campo gracias a la ayuda de un amigo, curiosamente empleado del estadio. Kupa fue arrestada, amonestada y no podrá pisar el estadio citado de los All Blacks por dos años.
Ahora el debate en Nueva Zelanda es si las nudistas que saltan al terreno de juego deben ser frenadas con la misma contundencia que los ‘streakers’ masculinos.