Pasaquina se gastó un partido digno para sumar en el Quiteño, no para regresar a casa con la mirada al suelo. Por eso, visiblemente confundidos, los jugadores del equipo benjamín tardaron en retirarse del campo al vestuario. No lo podían creer. Así de claro.
El defensa Carlos Del Giorno atribuyó a que el culpable de la derrota, en parte, fue el silbante, aunque reconoció que fallaron en las marcaciones.
“Tratamos de sacar los tres puntos y con la ayuda de… y no es por hablar mal de nadie, pero ya saben quién es (el árbitro) nos meten en nuestro marco y nos marcan el 2-1. Tenemos que estar más ordenado y atentos en las marcas porque los errores son nuestros”, dijo el argentino Del Giorno.
Su compatriota, Leandro Cabral, explicó: “Sobre lo último, los árbitros inclinaron la cancha en contra, pero también nosotros tuvimos opciones”.