Cuatro partidos oficiales tenía FAS de no sacudir la red: tres del campeonato local (dos por las semifinales del Clausura 2014, más el juego inaugural del Apertura 2014) y uno por la Concachampions.
De paso, el tigre comenzó el partido como gato panza arriba, tras el gol de Leandro Cabral. Pero fue en el segundo tiempo en dos momentos extremos (con Xavi García a cinco minutos de reanudarse el complemento y a cuatro del final con Álex Mendoza) que logró el tanto.
El entrenador Efraín Burgos reconoció que FAS soltó la presión y la ansiedad del gol.
“El equipo trabaja a balón parado y que Mendoza como Xavi se vayan al ataque y funcionó. Otro día les tocará a los delanteros marcar. Pero estoy tranquilo porque teníamos cuatro partidos, incluido el de Impact, de no anotar y ahora soltamos esa presión y la ansiedad”, mencionó.
El delantero Gonzalo Mazzia terminó con bronca por el tiro al palo y se quejó del mal estado de la cancha.
“Nos complicamos en los primeros treinta minutos, pero en los últimos 15 minutos del primer tiempo buscamos el marco y los goles fueron llegando. Yo estoy con bronca porque mandé otra vez un tiro al palo. Pero esta semana había sido con mucho cansancio, pero el campo no ayuda tampoco porque está malo y por eso se juega al pelotazo y esto justifica que los dos goles nuestros lleguen por pelotas a balón parado. Es nuestro campo y tenemos que acostumbrarnos”.
El defensa Álex Mendoza comentó: “El equipo venía con sequía goleadora, pero llegaron los goles, lo importante es que todos somos importantes… para mí, el penal que nos señalaron estaba fuera del área”.