“Sentí la felicidad más grande del mundo… una medalla olímpica para mi país”

El salvadoreño narró cómo vivió la competición de los 400 metros libres donde logró la histórica medella de plata en los II Juegos Olímpicos de la Juventud, en Nanjing

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Marcelo Acosta besa su medalla de plata en los Olímpicos de Nanjing.

/ Foto Por EDH/COES

Por César Najarro

2014-08-17 12:06:00

CHINA. Desde Nanjing, se escribieron momentos históricos para el deporte nacional. El joven de 18 años Marcelo Acosta le dio la primera medalla olímpica al país, en los II Juegos Olímpicos de la Juventud.

Y quién mejor para contarlo que el mismo Acosta, quien envió un escrito, a través del Comité Olímpico de El Salvador, para narrar lo que vivió. Este es su relato. 

“Cuando con mi entrenador, Oscar Moreno, conocimos la programación de los 400 Metros Libre, analizamos que podía ser una gran realidad buscar la final, planificamos la estrategia y la seguimos al pie de la letra durante las eliminatorias.
 
Al finalizar las eliminatorias, logramos ubicarnos en la tercera posición para la final , y estudiando las carreras de los otros nadadores realizamos que el buscar una medalla no era nada fuera de la realidad… durante las eliminatorias de  la mañana había nadado más cuidando una buena posición que pensando mi misma prueba; me tocó en el carril de afuera y no podía ver a mis rivales, así que pasé gran tiempo de la carrera buscando a los otros nadadores. Al finalizar me sentía algo cansado pero fuerte… para la final había clasificado en el carril 3, a la par del tiempo  más rápido. La carrera  iba  a ser diferente, ya que como no me iba tocar buscar, me podría concentrar mejor en mi propia carrera.
 
Nuevamente hicimos la estrategia… sabía que tenía que salir a la par de los tiempos más rápidos, dar vueltas fuertes y rápidas , la parte de en medio era la principal, ya que los rivales más fuertes habían tenido muy una buena actuación en medio de la carrera. Si nos manteníamos a la par hasta los 300 metros, la carrera podía ser mía ya que mi cierre es la mejor parte de mi carrera … dicho y hecho así paso todo, solo que de la nada salió el nadador de Ucrania que iba por el carril 6. Al llegar a los últimos 50 metros, solo quedando el regreso lo alcancé a ver, mi cuerpo ya no me respondía, sentía las piernas pesadas  llenas de ácido láctico, pero también pude verificar que solo él me había logrado pasar , que yo seguía en la segunda posición y pensé “ estoy en la medalla … esta medalla es mía y nadie me la va a quitar, voy hacer historia …. Así que aguanté el dolor y luché hasta donde pude manteniendo siempre la segunda posición… toqué la pared y cuando vi la pizarra electrónica mi nombre en el segundo lugar sentí la felicidad más grande del mundo… lo había logrado… una medalla Olímpica para mi País…”