“La verdad ha sido uno de los mejores días de mi vida. Me siento extremadamente bendecida y feliz. Siempre fue mi sueño representar a mi país en unas olimpiadas y ganar una medalla”, fueron las primeras palabras de Sabrina Rivera para El Diario de Hoy, sobre su sentir en cuanto a la medalla de bronce.
“Y siempre creí que yo todo lo podía en Cristo que me fortalece. Y hoy (ayer), solo fue el resultado de mi fe. Nunca me había sentido tan feliz al terminar una pista, fue una sensación inexplicable”, añadió.
La salvadoreña repitió, en varias ocasiones, su alegría “de representar a El Salvador”, y habló de la competencia como tal: “La competencia de equipos fue de dos días. Mi equipo era solo niñas, y gracias a Dios a todas nos tocó caballos muy buenos, entonces sí sabíamos que si montábamos tranquilas y con cabeza fría teníamos chance de sacar una medalla”.
Después, explicó que a todas les tocó competir “con caballos prestados y eso es algo muy difícil ya que cada uno tiene el estilo de caballo que le gusta. Pero a la misma vez, es algo muy bonito porque nadie tiene ventaja”. En ese sentido, Rivera se sinceró en que “con Con-Zero nos llevamos muy bien desde el primer día en que lo monté. Se parecía mucho a mi caballo, entonces fue muy fácil adaptarme a el”.
Luego, explicó que sus fallas fueron por “errores mínimos”, que después superó para lograr la de bronce. Ese tercer lugar en el podio, la cuscatleca lo describió así: “¡Fue guau! Nunca me había sentido tan feliz y agradecida. En especial, con Dios por haberme dado la oportunidad de venir y representar mi país, con Dios todo es posible. Todo mi esfuerzo y dedicación dio resultados. Solo me acordé de todas esas veces que me caí, lloré, gané, aprendí, todas las levantadas temprano para ir a entrenar, todas las faltas al colegio. Todo valió la pena. Me sentí honrada de representar a El Salvador y poderles llevar una medalla”.
Sabrina también agradeció el apoyo a sus padres, amigos y a todos los que creyeron en su potencial y su trabajo: “Todo el apoyo incondicional que me han dado en el deporte, sin ellos no hubiera llegado hasta aquí, porque ellos siempre tuvieron fe en mí”.
Pasada esta página histórica en su vida, la nacional ya piensa en las pruebas individuales, que serán el sábado por la madrugada, hora salvadoreña.
“Va a estar fuerte. Hay muchos jinetes con mucho talento y experiencia, pero como dije anteriormente: yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece y con Dios hasta lo imposible es posible, así que espero poder llevarles otra medalla”.
Además, también toma esta experiencia en Nanjing como un fogueo de primera para Veracruz, donde de igual forma tiene metas importantes, pero va paso a paso.
“La única diferencia es que en Veracruz es más alto y ya se compite contra profesionales del deporte. Pero aquí estoy aprendiendo muchísimo montando a otro caballo y compitiendo en este ambiente. Por el momento, ese es mi objetivo de buscar medallas”, puntualizó.