Es diferente. Nadie puede discutir que el alemán Jurgen Klopp es distinto al común de los técnicos de los grandes equipos de Europa.
Todos las celebridades se sumaron al Ice Bucket Challenge, ese baldazo de agua helada que congela el cuerpo por un instante y lo deja parecido a lo que sufre un enfermo de ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Mourinho y varios otros entrenadores se sumaron a la campaña ‘sufriendo el frío’, pero del Dortmund eligió otro camino. Aplausos para él.
¿Qué hizo? No se echó agua, sino que prefirió otra manera de apoyar la campaña. “No me voy a echar agua en la cabeza, pero si donaré dinero para la causa. Nomino a todos a hacer lo mismo”. Genio.