Mientras la mayoría piensa que los periodistas que están en Brasil 2014 andan bailando samba, con caipirinhas en la mano y bronceados por gozar de Copacabana, varios comunicadores, a estas alturas del Mundial, ya comienzan a resentir las horas, días y semanas de presión y trabajo constante. Porque no son (somos) máquinas.
Para esos periodistas que están adoloridos o enfermos, pero no vencidos y todavía con todas las ganas de continuar “al pie del cañón”, la organización de Brasil 2014 ha dispuesto un pequeño puesto de atención médica… que está escondidísimo en el Maracaná.
No cualquier voluntario ubica esta clínica. Pocos saben que existe. La conocía Rodolfo, voluntarios que hablaba español, quien guió a este servidor por las entrañas del gigantesco Maracaná, hasta dar con el lugar, donde con gran profesionalismo atienden las doctoras Juliette y Sabrina (en la foto). Ellas estaban en el turno vespertino, pero siempre hay alguien disponible. Ya recibieron periodistas de China, Inglaterra, Brasil…
Tocó inyección de analgésicos y desinflamatorios para el dolor de oído, receta médica para seguir el tratamiento por cinco días, y adelante la máquina, que faltan 10 días de Mundial.