Los porteros, protagonistas del Mundial

Pese a los 145 goles anotados antes de los cuartos de final, los reflectores han apuntado a los guardametas gracias a sus actuaciones 

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De izquierda a derecha: Keylor Navas (Costa Rica), Julio César (Brasil), Tim Howard (Estados Unidos) y Rais Mbolhi (Algeria).

/ Foto Por Agencias

Por Agencias/ Reuters

2014-07-04 8:00:00

Aficionados de todo el mundo han disfrutado de una avalancha de goles en el Mundial de Brasil, pero con el torneo ya en su fase eliminatoria son los porteros y no los delanteros los que han acaparado la mayoría de los titulares.

En una Copa que antes de los cuartos de final ya superaba los 145 goles marcados en Sudáfrica 2010, los arqueros se han robado el espectáculo con una serie de grandes actuaciones.

Por ejemplo, cuando Argelia perdió por 2-1 ante Alemania, fue el arquero de los llamados Zorros del Desierto Rais Mbolhi el elegido como jugador del partido pese a que su equipo fue eliminado.

Hasta que Alemania marcó su primer gol en la prórroga, Mbolhi había frenado en solitario al tricampeón mundial una y otra vez, frustrando sus intentos con brillantes paradas para mantener con vida las esperanzas de la selección africana hasta el último minuto.

En el mismo partido, el portero alemán Manuel Neuer dio una clase magistral de cómo jugar en ese puesto, saliendo del área varias veces cuando defensas eran pillados por sorpresa.

Neuer restó importancia a su actuación tras el partido.

“Siempre juego así y en el Bayern de Múnich también juego así”, comentó.

Incluso llegó a alcanzar los 22,4 kilómetros por hora cuando superó a un delantero argelino en su campo.

Por todo ello, no es una sorpresa que en los partidos por octavos de final cinco de los mejores jugadores fueran guardametas.

Jovenes talentos 

Además de Neuer, algunos de los pesos pesados bajo los palos fracasaron en cumplir con las expectativas en el Mundial, entre ellos el español Iker Casillas y el ruso Igor Akinfeev.

En cambio, fueron porteros mucho menos conocidos los que robaron el protagonismo, como el mexicano Guillermo Ochoa, actualmente sin club, quien frustró a Brasil en un empate sin goles que ayudó a su país a alcanzar los octavos de final.

Luego rechazó varias ocasiones de los holandeses antes de ser batido en dos ocasiones en los últimos minutos, pero aún así hizo los suficientes méritos para ganarse el premio de mejor jugador del partido en los dos encuentros.

El costarricense Keylor Navas tuvo incluso más éxito en absorber la presión de Grecia en los octavos de final, haciendo todo lo correcto durante una hora en la que su equipo se quedó con 10 hombres.

Luego mantuvo su portería intacta en la prórroga, cuando los griegos pusieron toda la ofensiva para vencerlo como si supieran que si llegaban a penaltis, Navas sería de nuevo el salvador.

Y eso es exactamente lo que hizo: salvó una pena máxima y ayudó a que los centroamericanos pasaran a cuartos de final de un mundial por primera vez en su historia. Los griegos terminaron elogiando al hombre que les negó lo que hubiera sido una memorable clasificación.

Navas, que juega para el Levante, en España, pero ahora tiene a grandes clubes intentando contratarlo, cuenta con varios trucos de entrenamiento bajo su manga.

Uno es atajar pelotas de tenis, disparadas contra el arco a una velocidad de 160 kilómetros por hora por el tenista español Pablo Andújar a una distancia de 20 metros para mejorar sus reflejos.

El arquero estadounidense Tim Howard también recibió elogios por sus 16 paradas contra Bélgica, aunque su equipo no resistió la presión de los europeos.

Howard fue la razón de que el partido se extendiera a la prórroga antes de que Estados Unidos cayera por 2-1. Los belgas hasta felicitaron con palmadas en la espalda y abrazos al arquero.

El número de paradas de Howard fue la mayor cifra registrada por un guardameta en un Mundial desde 1966, según la FIFA.

Y hasta Julio Cesar, la oveja negra de 2010, se ha transformado en un héroe.

El arquero brasileño, vilipendiado después de que sus errores llevaran a la eliminación del pentacampeón en Sudáfrica hace cuatro años ante Holanda, protagonizó un paradón que salvó su portería y el partido en octavos de final ante Chile.

Luego atajó dos penaltis en la tanda que definió la clasificación, respondiendo a las oraciones de todo un país para mantener con vida el sueño del dueño de casa de conseguir un sexto título mundial.