Invasión de “Mágicos” en el Maracaná

Enfundados en réplicas de la Selecta del 82 y con "Mágico" en la espalda, una docena de salvadoreños estuvo ayer en Río de Janeiro, para el Francia vs Alemania

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Foto Por edhdep

Por Carlos López Vides

2014-07-04 5:49:00

Estación de metro Maracaná, Río de Janeiro. Faltan 90 minutos para el juegazo entre Francia y Alemania, y tanto galos como germanos se hacen sentir en el camino al estadio. Suena el “¡Deutschland!”, el  ”ale le bleu, ale le bleu”… y luego, sorpresa: “¡El Salvador, El Salvador!” resuena en la terminal, y después “¡Mágico, Mágico!”. Son 12 salvadoreños en el lugar, todos con la azul y blanco de España 1982, pelucas con los colores de nuestra bandera y, en la espalda, las seis letras que forman el apodo del mejor futbolista cuscatleco de toda la historia, el único, M-Á-G-I-C-O, así, en mayúsculas. 

Solo son 12 pero son la sensación. Los turistas y aficionados de otros países piden fotos con ellos, con el Maracaná de fondo. La docena de cuscatlecos apenas vino el jueves a Río de Janeiro, y ahora van rumbo a cumplir el sueño de estar en un partido de un Mundial. El primero en sus vidas. No caben.  

“Tenemos como dos años de estar planeando todo para poder estar aquí”, cuenta Fernando Guardado, emocionadísimo. “Nos metimos al sorteo de boletos de FIFA, gracias a Dios salimos 12 favorecidos, y alegrísimos de estar acá para ver el masconazo Francia-Alemania. Nos vestimos con la camisa del que más nos ha representado a nivel mundial en el fútbol, el Mágico González”. 

Decidieron portar el sobrenombre de Jorge González, explica Óscar Valladares, porque “como grupo queríamos identificarnos en el estadio, que todos pudiéramos reconocernos con algo que nos represente, de dónde venimos”; y “qué mejor que una camisa del Mágico para mostrar quiénes somos”, secunda Charlie Hernández. Y remata: “El mejor jugador en la historia de El Salvador”, con orgullo. 

La docena de cuscatlecos sigue su ruta al Maracaná, donde vivirá las emociones de galos contra teutones. Será su primer paso en el Mundial, pero van por más: Viajarán a Sao Paulo para la semifinal del 9 de julio, y ahí mismo vivirán la finalísima. 

Mientras están en Río de Janeiro, se han hospedado en la favela Vidigal. Para cultura general, las favelas son zonas deprimidas, muchas veces marginales, con bastante pobreza y donde es frecuente respirar inseguridad, delincuencia o narcotráfico. De hecho, el Gobierno brasileño y la Policía de Río trabajó muy fuerte para remover  buena parte de estas favelas de la vista pública antes de la Copa.

Pero, para estos trotamundos, ha sido la mejor elección. 

Lo cuenta Charlie Hernández: “Estamos en un hostal de un argentino, adentro de la Favela. La gente piensa que puede ser peligrosa, pero no, es muy tranquila. La favela queda después de Leblón (zona sur), cerca del hotel donde se hospeda Francia. Es más barato” que otras opciones en la ciudad carioca, cuyo parque hotelero encareció los precios por esta Copa del Mundo. 

“La noche anda como en 75 a 78 dólares y te dan desayuno. Tenés lo necesario, estás con tu baño, dormís en cuarto colectivo… El dueño del stand nos cuenta que ha recibido 60 pesonas diarias desde que empezó el Mundial. No hay problema ahí. Como en cualquier lugar lugar del mundo, puede haber inseguridad, pero ese lugar es súper tranquilo y la estamos pasando bien”, agregaron todos. 

Para este sábado, el plan es tomar la bandera salvadoreña y hacer presencia en el Fan Fest de Copacabana, para ver ahí los otros duelos de cuartos de final. Siempre con las pelucas salvadoreñas, el 11 del Mágico en la espalda y el orgullo de haber nacido en suelo cuscatleco. Eso, en un Mundial no tiene precio. Pero queda una espinita… 

“Nosotros anduvimos siguiendo a la selección adonde jugaba (en las eliminatorias). Estamos un poco tristes por no poder disfrutar que nuestra Selección esté acá, y tener que ir muy atrás en la historia para buscar algo que nos represente (sobre España 82). Ojalá las cosas cambien, y podamos volver a venir a apoyar a nuestro equipo”, se despide Óscar Torres antes de irse al Maracaná.