Del carnaval al llanto

La afición brasileña intentó guardar la calma ante la humillante derrota en Belo Horizonte

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Aficionados brasileños lloran después que su selección perdieran 7 a 1 ante Alemania. 

Por Carlos López Vides, enviado especial a Brasil | Twitter: @celvides

2014-07-08 5:43:00

La pintura amarilla y verde que tenían en la cara se les fue desparramando al paso de las lágrimas. Las pelucas, los sombreros, todo al suelo. Al suelo. El ánimo en el piso, el dolor en el alma y el llanto en los ojos. Los aficionados brasileños vivieron una pesadilla este lunes en el Mineirao.

Lo que pintaba para carnaval terminó siendo un funeral. Suena a frase hecha, a cliché, quizá hasta a falta de respeto, pero no. Es que así fue, porque el dolor de la gente en Belo Horizonte fue muy intenso.

Cuando hay un dolor así de fuerte, aparece la evasión. Se recurre a cualquier herramienta o método para escapar de lo que hace tanto daño. 

Algunos ya no miraban el partido, mejor se reían con cinismo de los “memes” que miraban en su celular. El inicio del aluvión de burlas contra Fred, Hulk, Felipao, hasta Pelé o Russeff. Otros estaban sedientos por cervezas y más cervezas. Otros seguían viendo el juego, pero con la vista empañada por las lágrimas. Eran poquitos, muy poquitos, los que pedían con rabia a sus paisanos que siguieran apoyando hasta el final. Y algunos mejor se fueron temprano del Mineirao. Al minuto 70.

“El equipo de Brasil va a sentir mucho la falta de Neymar, pero tenemos muy buenos jugadores y vamos a a ganarle a Alemania, 3-0 en primer tiempo, segundo tiempo tranquilos”, era el pronóstico de algunos hinchas antes del juego. “Estamos optimistas. Uno de Fred, uno de David Luiz, uno de Dante”, se animaban.

Lo que vieron después fue un 5-0 parcial para Alemania en el primer tiempo. Tranquilos, los germanos caminaron en la segunda etapa para sentenciar el 7-1. Una humillación que dolió en el alma a la torcida canarinha, y que desató las alarmas y el protocolo de seguridad en el estadio de Minas Gerais.

Al sonar el pitazo final, decenas de miembros de la policía, equipados con escudos y bastones de choque, salieron desde el estadio hacia las afueras del escenario deportivo, para garantizar la seguridad. Ya la tragedia dentro del Mineirao era suficiente, como para que además ocurrieran más daños en el exterior.

“He venido a este estadio por años y nunca había visto a un equipo de Brasil jugar tan mal. Estoy muy triste”, se quejaba ante un canal de TV un hincha brasilero. Otro, con una réplica de la copa del mundo en la mano, pero poniéndola de cabeza, liberó toda su bilis: “Fred jugó muy mal, el arquero muy mal. La selección no había hecho ni un solo juego bueno, y ahora que enfrentó a una Selección buena, esto era de esperar. De corazón soy brasilero, pero no esperaba siete goles en contra, fue horrible la actuación del equipo”.

Noche negra en Belo Horizonte. De terror. A la Canarinha le falta una cita más, por el tercer puesto en “su copa”, el 12 de julio en Brasilia. Habrá que ver cómo reacciona la afición anfitriona en el Mané Garrincha.