ILOPANGO. El Salvador se convirtió en el primer país de Centroamérica en tener un estadio de fútbol playa.
Con una inversión que “ha llegado a un millón, 366 mil 128 dólares con 58 centavos”, según confirmó el Ministro de Turismo, Napoleón Duarte, la infraestructura construida en el centro turístico del lago de Apulo tiene un aforo para mil personas.
Se realizó a los cien días del gobierno de Salvador Sánchez Cerén, aunque fue realizada con fondos ejecutados por la presidencia saliente.
La inauguración se produjo aunque aún faltan detalles por terminar, ya que, como confirmó el vicepresidente del país, Óscar Ortiz, falta el alumbrado para poder albergar eventos internacionales, algo a lo que se apuesta con esta infraestructura.
Así mismo, no tiene cancha de calentamiento, uno de los requisitos que exige la internacional para poder albergar cotejos como la eliminatoria mundialista, de la que El Salvador será sede.
Ortiz confirmó que “este gobierno apostará por el deporte” y dejó entrever que continuarán las obras en el escenario, que, por ahora, ya cuenta con vestideros, duchas, sala para árbitros, espacio para puestos comerciales, accesos con rampas para personas con discapacidad y parqueo, en un área de construcción de 3 mil 278 metros cuadrados.
Ortiz comenzó haciendo un “gran reconocimiento a nuestra Selección de Fútbol Playa… han demostrado lo que podemos alcanzar como país en el deporte”.
Así mismo, agregó que “en tiempo récord estos jóvenes han puesto al país en el podio más alto. Parte de todo esto es la inspiración que le han dado a nuestro país”.
El vicepresidente dejó entrever que, al menos en los planes, este gobierno apostará por el deporte. “Es la mejor inversión que podemos hacer para nuestros niños y niñas… para la prevención de la violencia”, dijo.
Por su parte, Rudis Gallo, DT de la Selección, dijo “primero agradecerle a Dios, al presidente, al de la Federación, gracias a ellos se ha dado esto, muy contentos porque hemos sido artífices también de esto”. Mientras que Agustín Ruiz agradeció también el compromiso del gobierno de que seguirán recibiendo los 700 dólares de ayuda.