De nervios. Así fue el ambiente en la embajada de Argentina en El Salvador. Fue para comerse las uñas, pararse de la silla cada vez que se producía un ataque de la selección albiceleste, llevarse las manos al rostro cuando le anularon el gol al “Pipita” Higuaín o incluso cuando lo atropelló al borde del área el portero Neuer.
Cerca de 50 personas estaban reunidas, desde argentinos como salvadoreños que recibieron la invitación de la embajadora Betina Pasquali de Fonseca, quien se sinceró que no es de cábalas ni tenía un pronóstico antes del juego.
En casi todo el partido mantuvo una sonrisa Pasquali. Pero se puso nerviosa cuando el partido seguía sin gol en los 90?. Una amiga le dijo, ¿creo que nos vamos a los penales? Fue allí donde perdió por un rato la sonrisa y respondió: “No quiero ni imaginarme”. Cuando cayó el gol de Götze, ese que puso punto y final a todo, miraba con asombro de un lado a otro, en tanto sus amigos tenían los ojos vidriosos.
Al final del partido, la embajadora mencionó: “Es justo campeón Alemania por su buena definición, pero sí con un poco de tristeza que la Copa no se haya quedado en América. Messi es un jugador joven y puede estar en otro Mundial, es buen jugador y buena persona, se lo merece”.
Entre sus invitados estaba el presidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, quien llegó con camisa de Argentina y estampada con sus apellidos (Reyes Morales y el número 10 por Lio Messi).
Reyes opinó: “Alemania fue muy competitivo, venía de ganar 7-1. Fue un partido parejo y al final un golpe de suerte definió esto… La camisa que ando me la regaló el vicepresidente argentino Amado Boudou”.
Si hubo tristeza por la derrota también supieron agradecer a su equipo. Aplaudieron al equipo de Messi por el esfuerzo.