Del diluvio a las mentadas contra Honduras

La afición apoyó en regular número a la Sub 20

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La luz de un rayo captado previo al inicio del partido entre El Salvador y Honduras.

/ Foto Por Marvin Recinos

Por Víctor Zelada Uceda

2014-07-21 8:15:00

SAN SALVADOR. Si había un juego que la afición se engancha para gritar es contra  Honduras. La rivalidad con el vecino país siempre sale a flor de piel y, aunque en principio hubo poco público para los primeros juegos, en medio de la lluvia fueron llegando los incondicionales, los que sí creen en la Azulita Sub 20.

El ambiente cambió cayendo la noche. Si horas previas había un calor infernal y el cielo pintaba azul, la tonalidad pasó a un gris oscuro amenazante de una lluvia descomunal, porque traía hasta ráfagas de viento.

La mayoría no estaba preparada para recibir el azote de la lluvia pero podía más el sentimiento de darle apoyo moral a los chicos. Para suerte de todos, la lluvia cesó y cada quien secó su asiento.

Lo demás fue total folclor. Varios aficionados aprovecharon a crearle un ambiente hostil a Honduras abucheando el himno (algo reprochable) y cuando un jugador rival cometía falta y el árbitro no mostraba una tarjeta, llovía –no agua del cielo- alguna mentada de madre, o múltiples silbidos.  
Para eso muchos demostraron ser diestros y hasta maestros.

Pero no todo fue malcriadeza. Otros llegaron en familia, con sus camisas, banderas y en el sector de platea se dejaba ver un personaje inconfundible, el Indio Cuscatleco, quien, como es habitual tuvo tiempo para las fotografías. 

En las afueras del estadio no faltó el mercado negro pero el negocio no fue rentable. Querían comprar entradas para luego revenderlas pero, como había suficiente espacio, los hinchas poco o nada les hicieron caso. ¿Y las ventas? Todo caro. La bolsa de plátano, un dólar; el pan de carne o mortadela, $1.50, el agua $1.50, la soda $2.00 y la cerveza $2.50.