Sin la hinchada, nada tendría sentido. El Salvador volvió a un campo de fútbol y ante su comunidad en EE.UU. El Toyota Stadium, que no es un campo grande en la MLS porque tiene un foro de 21 mil, no se llenó pero tampoco estuvo sola, llegaron de Dallas, de Houston y algunas otras ciudades. Estos sí son fieles, dejaron atrás el amargo sabor de los amaños, y sí confían en la nueva generación.
A pesar de ese distanciamiento que pudo existir por la desconfianza, la tristeza,… volvió ese pálpito azul. La Barra 503 y Bichos Unidos, dos de las barras organizadas de la Selecta en este país, pusieron el ambiente en la grada y sus batucadas hicieron bailar a muchos en el parqueo.
Era una fiesta total. No faltó la parrillada, las bebidas. Había para amigos y hasta para extraños. No se pierde ese sentimiento de compartir con todo aquel que se identifica con los colores.
Hasta el convivio entre salvadoreños y marfileños fue un digno ejemplo. Muchos aficionados querían fotografiarse. Nada de rivalidad, ni insultos.
El punto negro fue la venta de mercadería: camisas, banderines,… Los vendedores reconocieron que no tuvieron la ganancia esperada. Así como en las afueras del Cuscatlán, se dejaban ver algunas camisas de los clubes Barcelona y Real Madrid.
Lo que sí atrajo al público fue pintarse las mejillas con las siglas “ES” así como el cabello. Hubo venta de pelucas. Tres niños, menores de 10 años, dijeron estar orgulloso de la Selecta aunque hayan nacido en EE.UU.
No podían faltar las voces de los aficionados. Pidieron dejar atrás el pasado. “Vengo a apoyar a la Selecta porque es la mejor y ya no se están amañando partidos. Esperamos que ya no se vendan”, comentó Rodolfo Gutiérrez. “Todo depende de los técnicos y de los directivos, que ya no se dejen vender y que dejen todo por amor y apoyo. Pedimos que les paguen bien a los muchachos para que ya no se vendan”, dijo su amigo Mauricio Peña.
El público femenino estaba optimista. “Vengo a apoyar y confío que nos representarán bien. Lo que más nos ha motivado comprar una entrada es ver a la nueva Selecta”, comentó Susana Rodríguez.
Vivian Hernández también dio palabras de ánimo: “Los muchachos necesitan de nuestro apoyo y debemos estar con ellos en las buenas y en las malas”. Su amiga Sara Durán agregó: “hay que seguir apoyando a la Selecta aunque cometan errores y no debemos avergonzarnos de ellos”.
José Hernández mencionó: “Queremos ya olvidarnos de los amaños y comenzar nuevo proceso con buen pie y que sea buen juego con el nuevo técnico. Solo pedimos garra”.