Cuando se viaja en el metro de Río de Janeiro, en pequeñas pantallas de TV aparecen escenas sobre las 32 selecciones del mundial y, en portugués, se emite un breve análisis sobre cada una. En el caso de Inglaterra, la descripción es lapidaria: “Los británicos tienen un buen equipo, pero no acostumbran hacer buenas presentaciones en torneos internacionales”, se lee en la pantallita.
Claro, si se compara las cinco copas del mundo ganadas por Brasil, el único trofeo que ganó Inglaterra palidece. Fue el que ganó en su casa, en 1966. Pero para The Football Asociation y para el planeta fútbol en general, el “equipo de la Rosa” es siempre una selección a tomar en cuenta, de primer nivel. Y con ese grado de cuidado desarrollan su logística en esta Copa del Mundo.
Este martes, EDH Deportes visitó el búnker de los británicos, el lugar donde entrenarán mientras estén en Río de Janeiro en esta copa del mundo: Es el Fuerte Sao Joao, al sur de la ciudad, en el barrio de Urca. Se trata de una instalación militar, con acceso totalmente restringido, y donde los ingleses han tomado un edificio como centro de operaciones.
La práctica matutina fue a puerta cerrada y después hubo una breve conferencia de prensa con el técnico Roy Hodgson, quien básicamente hizo tres cosas: Matizar que los años pasan pero que se sigue sintiendo con vitalidad (dirigió a Inglaterra hace 20 años, en 1994, y tiene 67 años); bromear con quién debería ser titular, Balotelli o Immobile (dijo que la pregunta era para Prandelli) y aclarar que no se siente a disgusto en Brasil, a pesar de que se quejó ya antes por tener que jugar en el calor de Manaos ante Italia. “Estoy más que feliz de estar aquí por otro Mundial.
Estamos mirando adelante a jugar en la Copa Mundial y jugaría en cualquier ciudad que me lo pidan. Los medios hablaron demasiado de Manaos y del clima, del calor… Ellos fueron los que metieron el tema. Nosotros tenemos que ver qué nos brindará la ciudad, porque las condiciones cambian, ayer el día era soleado y caluroso y hoy es lluvioso y más frío en Río”, matizó.
Hodgson tomó sus cosas y se retiró. Pero detrás del DT y el equipo británico hay todo un contingente de logística para que el Media Center inglés, que está aparte de la organización brasileña, funcione: Contrataron a la empresa británica Ear to the ground (radicada en Brasil) para colocar mega fotografías con las figuras de su selección, pusieron fotos de la clasificación de Inglaterra a este mundial, habilitaron la sala de prensa del lugar con capacidad para 500 personas y también colocaron mesas de trabajo para 200 periodistas, hay Internet, recepción, personal de seguridad, meseros, limpieza… todo además del cuerpo técnico que comanda Hodgson, y con la tranquilidad de entrenar a gusto en el impenetrable Fort Sao Joao.
Es interesante ver todo el ejército que trabaja detrás de una selección de primer nivel. Ellos se lo toman más que en serio y no creen en el mensajito de la pantallita del metro. Inglaterra no piensa en su derrota ante EE.UU. en Brasil 1950 o su sequía de éxitos internacionales en los últimos años. Piensa en levantar la copa.