SAN SALVADOR. Desde cosas que podrían ser consideradas obvias hasta lo más sofisticado del marketing deportivo, desde lo básico y general hasta lo específico, Roberto Artavia, máster en administración de empresas por la Universidad de Harvard, dejó algunos tips para el fútbol nacional durante su participación en el foro para la unificación del fútbol local, organizado por el Proyecto Azul.
El especialista, que ha trabajado por más de siete años con el fútbol de Costa Rica, recordó que hoy en día ningún equipo puede pretender vivir de los ingresos de las taquillas, y que, por ello mismo, hay que diseñar un plan estratégico para competir, pero no solo a nivel local, sino a nivel global, debido a las consecuencias de la televisión, que nos traen un mejor espectáculo desde las ligas de España, Italia, Alemania, etc.
Así mismo, insistió en el tema de la inversión en infraestructura, pero no la inversión de tener algo bonito por tenerlo, sino de que sea rentable. Ocupó algunos ejemplos utilizados en Costa Rica, a donde, por las condiciones climáticas, muy similares a las nacionales, tener canchas de pasto en buen estado y que sean utilizadas la mayor parte del tiempo requiere una inversión tan grande que resulta imposible. Por eso, cuenta, se pasaron muchos equipos a las sintéticas, que permiten sacarle más lucro a una cancha, ya que prácticamente se pueden usar todo el tiempo.
Esta infraestructura básica, recuerda Artavia, tiene que ir bien acompañada con sanitarios limpios, una especie de “food court” dentro del estadio donde la gente pueda comprar con confianza comida de calidad, y donde haya seguridad, de tal manera que aquel que tiene el dinero para ir a un estadio, se mantenga en esa idea y no se pase mejor al cine, con aire acondicionado y películas 3D.
La competencia, recuerda, es cada vez más dura, más en contra de los videojuegos, teléfonos inteligentes y demás aparatos electrónicos, que, ante tanta inseguridad y caos para al menos conseguir un solo parqueo en un estadio, resultan más atractivos que ir a hacer las colas por un boleto que quizá ni estará asegurado a la hora de ir a sentarse.
El espectáculo, por supuesto, debe ser un punto importante a tratar, pero no como primer punto. Al contrario, lo que Artavia sugirió es un cambio radical en las directivas de los equipos, tal y como ocurrió en Costa Rica. Radical no el sentido de que se vayan todos y lleguen nuevos, sino de que lleguen a rodear o a aportar personas que sepan menos de fútbol pero mucho más de marketing y administración. En otras palabras, se trata de volver a los equipos no solo autosostenibles, sino rentables y competitivos, volverlos empresas, pero con valores a resaltar, y con responsabilidades que cumplir, porque, de lo contrario, eso resta a la larga.