Exactamente a las 18 horas con 17 minutos de Río de Janeiro, los referís salvadoreños Joel Aguilar Chicas (principal), Walter Torres y Juan Zumba Galán (asistentes) ingresaron al terreno de juego del Maracaná, para calentar. Seguro en sus mentes pasaban las extensas horas de preparación, el haber ido a Sudáfrica 2010 y no haber dirigido partido alguno, la participación en partidos de Concacaf, Copa Confederaciones, copas mundiales de categorías menores.
El arbitraje de El Salvador (y de Concacaf, hay que decirlo) estuvo bien representado ayer en el Maracaná. Joel, con la Brazuca a sus pies, lució la misma concentración que los jugadores mostraron cuando cantaban al himno, con la Brazuca a sus pies. No se desencajó, mostró amarillas (dos, a Rojo y Spahic) cuando tuvo que hacerlo, habló con los jugadores cuando fue necesario, y el partido jamás se le fue de las manos. En las bandas, Torres y Zumba fueron un relojito.
A las 19 horas en punto, Joel se paró en campo defendido por Argentina, a unos metros de Messi y Aguero, y dio unos pasos para pitar el inicio del partido, su primer juego en una Copa del Mundo y el siguiente partido mundialista realizado en el Jornalista Mário Filho tras el recordazo Maracanazo de 1950. Un gran desafío por delante.
Los movimientos del cuscatleco fueron inteligentes. Se mantuvo en campo de Bosnia cuando Argentina tocaba atrás, y solo corría hacia el balón cuando veía que alguna jugada podría terminar en una falta. Y casi lo mismo cuando los balcánicos tenían la pelota. Para algunos periodistas en el Maracaná, pitó algunas faltas que le quitaron velocidad al partido. Pero jamás con injusticia.
Apenas al minuto 2, Aguilar ya reconvenía a Mudjza por dura falta sobre Agüero, en la jugada que terminó en el autogol de Kolasinac. Igual hizo con Messi cuando le pegó a un rival al reuperar una pelota. Parejito.
Estampa interesante al minuto 5: Messi cobrando un córner y a menos de un metro, el asistente salvadoreño Torres, listo con su banderola.
El salvadoreño Aguilar mostró autoridad y buen manejo, como al 17?, cuando Pjanic detuvo una jugada con la mano y Joel no amonestó. Di María le pidió la tarjeta al rival, pero el árbitro, incólume.
Tampoco Torres se dejaba sorprender, como cuando Di María hizo un piscinazo, y cuando Kolasinac fue fuerte pero limpio contra Zabaleta. El partido se iba calentando y Aguilar tuvo que pintar de amarillo a Rojo por entrada fea sobre Mujdza. Y trabajó en equipo al 28?, cuando Zumba Galán le alertó del fuera de juego de Dzeko.
Los referís tuvieron que parar el juego al 36?, por encontronazo aéreo entre Agüero y Bikakcic. Ambos se recuperaron y todos aprovecharon para hidratarse. Terminó el partido al 46? (un minuto de reposición) y solo Mascherano se acercó a hablar con Joel unos segundos. El central se dio la mano con sus asistentes. Su labor había pasado desapercibida, y eso era bueno.
Antes del inicio del segundo tiempo, Begovic habló con Joel y en la tómbola central también cruzó palabras con Dzeko. Volvió a hablar con los jugadores al controlar los ánimos entre Zabaleta y Kolasinac, pues ambos intercambiaban insultos. Tuvo que mostrar amarilla de nuevo al 63?, en entradón de Spahic contra Agüero. Pero jamás dio la sensación de que el partido se le iba de las manos. Todo tranquilo. Tudo bem.
La única acción que podría considerarse un lugar fue al 73?, en una falta de Hajrovic sobre Di María cuando logró colarse entre dos. Joel bien pudo sacar la amarilla. No lo hizo. Cuando entró Biglia por Agüero, el “Kun” salió lento y Joel lo reconvino de forma verbal. Siempre prefirió eso y no bañar de amarillas el juego. Bien ahí.
Al 87?, Messi subió por izquierda y lo ablandaron. El 10 al suelo. No hay amarilla. Y al 88?, Leo le reclamaba a Zumba Galán por un balón que según el crack era para Argentina.
Después de los tres minutos de reposición, Aguilar Chicas pitó el final. Hubo abrazo con sus asistentes. Pjanic llegó a abrazarlo y los bosnios pasaron a saludar, al menos siete de ellos. De los argentinos, ninguno. Fin del primer capítulo mundialista para esta tripleta arbitral. Por el nivel mostrado, vendrán más.