Batalla de cánticos en el Maracaná

El estadio se pintó de celeste y blanco ayer para el Argentina-Bosnia, pero los brasileños metieron presión. Llegaron 74 mil 738 personas y había unos 40 mil argentinos  

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Un aficionado argentino vestido de papa en el estadio Maracaná apoyando a su selección contra Bosnia, Copa Mundial 2014

/ Foto Por EFE

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2014-06-15 7:28:00

La pista de sonido clásica de las hinchadas argentinas se dejó escuchar anoche en el Maracaná.

Todos los cánticos clásicos sonaron en el gran estadio de Río de Janeiro, gritados-cantados-invocados por unos 40 mil gauchos presentes en el lugar. “Vamo vamo, Argentina, vamo vamo, a ganar, que esta barra quilombera, no te deja, no te deja de alentar”, era el principal grito de batalla. El más repetido. Además de los “y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta es un inglés”, o “volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremo’a ser campeones, como en el 86”.

El problema es que estaban en Brasil, en el corazón carioca. Y al carioca no le gustan mucho los argentinos… 

Después de los primeros gritos por el gol, cuando Bosnia comenzó a tener la pelota y a meter en problemas a los albicelestes, aparecieron los cánticos de los brasileros. Un poco de burla canarinha para los gauchos. Presión extra. Pero los argentinos no se arrugaron. Contestaron así: “Brasilero, brasilero, que amargado se te ve, Maradona es más grande… A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer, Maradona es más grande que Pelé”. 

Y como el partido estaba con una Bosnia que complicó a Argentina, el ririrrafe continuó. Fue interesante ver la reacción de Messi cuando la guerra estaba desatada en las gradas. Pegó la corrida estelar que todo mundo esperaba, y la mandó a guardar. Fue un rugido: “Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano de Leo Messi, toda la vuelta vamos a dar”. 

Pero Messi fue el gol y poquito más. Y la euforia albiceleste bajó revoluciones porque Bosnia asediaba. Cuando los europeos tocaban, los aficionados argentinos rechiflaban furiosos. Y los hinchas canarinhos gozaban ante el sufrimiento de sus rivales geográficos.

Los cariocas volvieron a la carga con el gol final de los bosnios, porque todavía había partido y por ahí Messi y compañía podían tropezar. Pero los tres puntos terminaron del lado gaucho y la batalla de cánticos tuvo que trasladarse a las afueras del Maracaná.