MANAOS. Jürgen Klinsmann podría recibir críticas sobre la ausencia de Landon Donovan porque ante Portugal sí le hubiese ayudado un jugador que maneja los tiempos pero en el factor resultado, EE.UU. sigue estable y depende de sí para clasificar.
El seleccionador trata de no centrarse en las críticas y sólo piensa en la actualidad de su equipo, que le ha respondido y que pese a encajar un gol sobre la hora no puede recriminarles concentración ya que se desgastaron físicamente.
“Obviamente que encajar un gol en el último segundo es un palo pero fue un partido increíble. Estamos dando un rendimiento increíble y no podíamos pedir nada más a nuestros chicos”, mencionó Jürgen.
“Tenemos que hacerlo de una manera más difícil ahora por vencer a Alemania o al menos conseguir un buen resultado contra ellos. Ahora tenemos que hacer eso.
“Todo lo que hemos hablado y planificado en las últimas semanas entró en juego durante el partido. Perdimos un gol tempranero que fue un problema, pero sentimos que teníamos el control del juego por durante grandes tramos. Tuvimos un buen ritmo de juego y pudimos hacer más goles”.
“Tenemos que construir sobre esos aspectos positivos. Tenemos otro partido que es como una final, pero eso es de lo que se trata la Copa Mundial”.
“Marcamos dos goles fantásticos. Los jugadores jugaron absolutamente al límite. En encuentros como este tienes que demostrar tu calidad y mostrar al mundo que eres uno de los mejores, y lo hicimos. Fue un trabajo increíble”.
“Alemania tendrá un día más de descanso que nosotros. Todo está hecho para favorecer a los grandes favoritos, pero iremos a por un buen resultado”.
Para él será un juego especial porque tiene un pasado con la selección alemana como jugador y técnico.
Estados Unidos quiere certificar que es una selección de respeto. En Sudáfrica 2010 hasta se dio el lujo de ganar su grupo por encima de Inglaterra, uno de los favoritos.
Pero está esa espina de no haber superado la llave de octavos de final, cuando cayeron 2-1 ante Ghana.
Por otra parte, el capitán Clint Dempsey aseguró que jugarán ese último cotejo a muerte.
“Obviamente estamos decepcionados, pero hay que ver el lado positivo, sumamos un punto, tenemos cuatro, y nos la vamos a jugar en el último partido”, finalizó.
EE.UU. se juega una final y se tiene fe para salir vivo.