Ottmar Hitzfeld es una leyenda viviente para el fútbol. Siete bundesligas, dos Champions League, dos copas intercontinentales… Ex técnico de Real Madrid, Borussia Dortmund, Bayern Múnich… Ahora, este todo-terreno germano enfrenta a la archi-favorita Argentina, en un cruce de octavos donde la Suiza que dirige pinta para víctima.
Todos piensan eso, es la impresión del periodismo en general. Menos para Hitzfeld, claro, o para el capitán Gokhan Inler, a su lado en la conferencia.
“Tenemos la gran oportunidad de conseguir algo histórico para el fútbol suizo. Hemos jugado contra Argentina antes, es un desafío, han sido dos veces campeones del mundo y son muy buenos”, alabó, y admitió que “durante el entreno hemos visto que (los jugadores) suizos ya estaban un poco más nerviosos, supone algo muy especial jugar contra Argentina”.
Pero, nervios o no, Suiza está lista, dijo Hitzfeld. “Confío en mi defensa y en todo el equipo. Vamos a demostrar que podemos parar a Messi”, avisó, aunque aclaró que no jugará con el mismo equipo que viene de golear a Honduras.
Preguntado sobre su cercanía a la jubilación, y que tal vez este martes podría dirigir su último partido, el germano reaccionó con tranquilidad, y dijo que “yo siempre me preparo para continuar. Estoy deseando enfrentarme a este gran desafío. Prevemos estar en cuartos, así que espero que no sea mi último juego”, confió.
La ausencia de Agüero no supone ventaja para Argentina, según Hitzfeld, porque “ellos tienen una serie de jugadores que son extraordinarios. Agüero es un delantero buenísimo pero Lavezzi ya demostró que es peligrosísimo”, así que por eso “nos hemos preparado para distintos modelos y variantes” del rival.
Hitzfeld, finalmente, avisó que aquella goleada de 5-2 recibida por Francia en fase de grupos “nos hizo que estemos más concentrados, hemos ideo mejorando de manera continua y el juego contra Honduras nos confirmó que vamos por buen camino. Nuestro equipo solo podrá ganarle a Argentina si nuestros jugadores tienen un rendimiento aún mayor”.
Para ganarle a la Albiceleste “tendremos que intentar limitarles”, expresó Hitzfeld, quien prepara este partido como si fuera el último, aunque guarda la esperanza de que no sea así, sino solo un eslabón más en su ya legendaria trayectoria.