“Argentina es favorito, pero está demostrado en este Mundial que los partidos hay que jugarlos y hay que ganarlos. La clave va estar en la movilidad que pueda tener Argentina en mitad de cancha hacia adelante, y en cierto equilibrio, que Argentina lo ha sufrido en los primeros partidos, que le pueda dar Lavezzi, que va a ser una especie de volante-delantero, para que no quede tan descompensada la mitad de la cancha, y que no sufran los defensores, que terminan a veces estando mano a mano o 2-1 en contra.
El peso del partido lo va a tener Argentina. Creo que Suiza lo va a esperar, le va a achicar espacios hacia atrás, y ahí tendrá que estar la virtud y el ingenio para tener volumen de juego, generar espacios y por ende jugadas.
Sobre la ‘Messidependencia’, nadie va a descubrir que Messi está dos escalones ariba del resto, y si él se enchufa, es una ventaja importante para Argentina, aquí, en este Mundial, demostró que cuando los partidos se complican, él apareció para destrabar el conflicto.
Creo que varios de estos jugadores tienen experiencia, algunos ya jugaron hasta tres mundiales. La presión la pueden absorber. El tema pasa por el juego. Me da la sensción que más allá del potencial, Argentina no te da seguridad, como por ahí tampoco te la da Brasil. El rendimiento de Argentina está bastante lejos de lo que pueden dar los jugadores, porque hay rendimientos que aún no están a la altura de las circunstancias”.