Unos tres buses repletos de aficionados pamperos llegaron ayer al estadio Barraza, para que casi 200 hinchas de Firpo estuvieran presentes en el último partido de los toros en Primera División, ya que al final se confirmó el descenso.
El malestar de la Furia Pampera, barra organizada de los toros, ya existía desde antes del inicio del juego. “Estos jugadores no tienen aguante, no le hacen huevos”, se escuchaba. “No merecen tener esa camiseta, se la deberían quitar, no saben la historia que tienen encima”, añadían.
Esos argumentos pasaron a gritos cuando inició el juego, y se la pasaron pidiendo más entrega y sangre en las venas a los jugadores pamperos durante todo el partido. Con lágrimas en los ojos y rabia en la boca, lanzaron una tormenta de insultos contra los miembros del equipo cuando estos iban a las gradas. “¡No son dignos de esa camisa, quítensela mejor!”, les gritaban.
Además, exigieron a la familia Méndez Florez Cabezas que entreguen la administración del equipo, “y que se la entreguen a Usulután, a la gente, Firpo es del pueblo y ellos lo han llevado a Segunda”.
Afirmaron que irán a apoyar a Firpo en la Segunda División, y que lo alentarán en su camino de vuelta a la Liga Mayor.
Cuando se iban del Barraza, algunos hinchas pamperos tuvieron un altercado con la Policía, pero agentes de la UMO intervinieron para que el asunto no pasara a más.