El rey de los descensos

Una mirada sobre el drama de Firpo. Presente, pasado y futuro. 

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Los hinchas de Firpo gritaron de todo a los jugadores y dirigentes por el descenso

/ Foto Por edhdep

Por Claudio Martínez

2014-05-05 3:36:00

El drama del descenso del Firpo y su lucha durante todo el torneo con Águila y UES por evitar bajar de categoría tiñeron con emoción un campeonato de nivel mediocre, tirando a malo. Que Firpo haya terminado último en la tabla acumulada y que haya bajado a Segunda División -a menos que ocurra algo raro en medio del Mundial y reaparezca en Primera como por arte de magia- es la noticia del día, el comentario obligado.

Hay dos maneras de ver el descenso de Firpo. Una es la caída del multicampeón, del equipo más antiguo del fútbol salvadoreño, y esa debe sorprender. Que un club -perdón, equipo- con esta cantidad de títulos (10) retroceda llama la atención, y mucho más si recordamos que hace exactamente un año estaba celebrando su último campeonato y nadie se imaginaba un desenlace así.

Pero tampoco es de rasgarse las vestiduras. No es la primera vez que Firpo desciende. Algunos quieren comparar esto con lo de River Plate o Atlético de Madrid, que mordieron el polvo y bajaron a Segunda. Sí, también el Milan bajó. Y Juventus, Manchester United -cortesía del City-, Liverpool, Arsenal, Bayern Munich, Manchester City, Chelsea, Lazio, Roma, Independiente, San Lorenzo… Sí, todos ellos alguna vez descendieron. Pero una vez, a lo sumo dos…

En el caso de Luis Angel Firpo, este es cuarto descenso, con lo que se convierte en el equipo salvadoreño que más veces bajó de categoría junto al Dragón y al Once Municipal. Y probablemente sería el número uno de no ser porque otras cuatro veces que acabó último no jugó en Segunda simplemente porque compró la categoría o lo salvaron cambiando las reglas o perdonándolo.

Probablemente Firpo, que entrena en la capital y juega en Usulután, tenga una crisis de identidad. Pero así ha sido últimamente, así ha sido en la temporada anterior, y acabó campeón. Eso quizás condicione el compromiso de la afición, pero definitivamente no ha sido la causa de su crisis deportiva.

Dicho esto, a Firpo en Segunda División le esperan dos escenarios posibles. Uno es apelar al fenómeno River Plate, ocurrido cuando en 2012 bajó a la Primera B. Más allá de la humillación de descender y de soportar las burlas de todos, afloró el sentimiento riverplatense que estaba oculto y lo hizo con más poder que nunca. La afición no se escondió, y salió a llenar los estadios de todo el país apoyando a su equipo en el peor momento de su historia. Tan grande fue la respuesta del público que esa temporada, aún jugando en la B, River superó en taquilla a todos los equipos de Primera, incluso a Boca Juniors, su gran enemigo. Fenómenos similares ocurrieron antes con los descensos de San Lorenzo, Racing y Estudiantes de La Plata.

El primer escenario es esperanzador, aún en la desgracia y podría devolver a Primera División a un Firpo con más impulso, con más grandeza. El segundo, en cambio, es el del abandono, y ocurrirá inexorablemente si nadie hace algo por rescatarlo. La duda es inevitable. Si la afición no asistía a verlo en Primera, ¿irá en Segunda? ¿Aflorará el orgullo firpense o se le dejará morir lentamente y en soledad?