Metapán festejó en su campo como un campeón. Sus jugadores se juntaron, se abrazaron y corrieron a dedicar el triunfo a sus aficionados. Fue una estampa para recordar ya que Metapán sigue el sendero de una nueva final más.
La mayoría se fue corriendo al camerino, pocos quedaron en el engramillado. Uno de ellos fue el técnico Jorge Rodríguez, quien llegó trajeado a la cita.
“Es una bendición que Dios me ha dado porque muchos técnicos no logran esto, me ha dado una segunda final. Que venga quien quiera (Dragón o FAS) porque nosotros ya hicimos nuestro trabajo. Esta semana estará igual y no vamos a cambiar nada. El sábado no más iremos al Cuscatlán porque es tradición”, comentó.
“Zarco” dijo que no le preocupó que Juventud llevara la batuta del juego en los primeros veinte minutos. “Yo soy una de las personas que no se preocupa en el primer tiempo porque los dos equipos juegan poder a poder pero gracias a Dios conseguimos la victoria”.
El portero Henry Hernández salió con un algodón en la nariz por un golpe. “La verdad fue un golpe bastante duro pero son gajes del oficio porque uno juega al límite pero vale la pena el esfuerzo, mis compañeros se dieron dentro de la cancha. Juventud fue digno rival, siempre lo respetamos. Pero siempre confiamos en nosotros y dependimos de nosotros y esa confianza nos dio la garantía para pasar a la final”.