METAPÁN. No hubo final. Por tercera ocasión consecutiva, Juventud Independiente se quedó a un paso “de llegar a la fiesta grande”. Hubo tristeza, frustración, pero muchos abrazos, consuelo, tranquilidad y no hubo reclamos.
El timonel Ramón Sánchez terminó con un sinsabor reflejado en su rostro, pero no estaba molesto: “No quiero señalar defectos porque sería injusto con los muchachos, el esfuerzo se hizo pero fue muy poco. También hay un equipo que juega y busca lo propio, en este caso Metapán. Felicitarlo, hay que darle el mérito”.
“Todo mundo estaba ilusionado de querer dar el paso ahora. A mí no me queda más que aceptar con tristeza no haber conseguido un resultado para que el pueblo siguiera disfrutando”, añadió.
En cuanto a que la final todavía es un “sueño”, Sánchez aceptó: “Nos lamentamos porque no rompimos lo que de alguna manera acariciamos, pensamos en grande, en creer que lo podríamos lograr y el sueño se termina ahora pero el trabajo sigue”.
Por su parte, el capitán Óscar Cerén habló de la expulsión de Jesús Toscanini: “Yo le dije al árbitro: ‘A nosotros, cómo nos pegan y nos pegan, y no saca nada’. Nosotros media faltita y siempre sacan la autoridad (árbitros) y no podemos marcar (a los rivales) como hombrecitos porque siempre vienen las tarjetas. Ese es el miedo de quedarnos con uno menos y la muestra ahí está, primera jugada que hace Toscanini y de un solo lo expulsó”.
En cuanto a si era su último partido con la Juve, fue claro: “Hay ofertas, pero no hay nada concreto. Solo queda esperar la llamada de mi representante para ver qué noticias hay”.
El volante Yuvini Salamanca agregó de la eliminación arqueológica: “Muy tristes por el resultado, no era lo que nosotros nos esperábamos, pero cometimos los mismos errores que en Opico, calcado lo que nos pasó. Metapán aprovechó las oportunidades que les cedimos y después con un hombre menos no supimos ni empatar. El equipo cayó en un bache y no nos alcanzó”.