F útbol, coraje, amor propio. No siempre gana el más poderoso. Gracias a Dios. El Atlético de Madrid en España acaba de dar un ejemplo grandioso dejando atrás al millonario Real Madrid y a Barcelona, quienes los quintuplicaban en presupuesto y mercadeo.
La lección, a otro nivel, también la acaba de dar Dragón en el fútbol salvadoreño. Con una plantilla de 29 mil dólares se acaba de meter en una final que soñaron, con mucho mayor presupuesto y recursos, Alianza, Águila, el descendido Firpo y su derrotado (con el empate)de ayer, el FAS. También ridiculiza aquella visión distorsionada de ciertos dirigentes que piensan que por pagar más y a tiempo (una obligación contractual) y por eso su equipo “debe” ganar.
Dragón hace del esfuerzo una marca registrada. Conmueve ver el despliegue y la entrega de muchos de sus jugadores. Jonny Ríos, Valoyes, Lazo, Aurelio. Todos. Lo dijo Reyes, un ejemplo de vigencia física a los 37 años:“Nadie tiene nuestro estado físico. Nunca nos caemos”.
Ancheta armó un equipo humilde pero vigoroso, que no estaba en los radares de nadie para esta final. Lo espera Metapán, el campeón y el más regular. Otro “poderoso” del fútbol criollo