Bicampeones. En Primera y también en Reservas. Nueve títulos. Máximo ganador de los torneos cortos. Siete campeonatos con el Bochinche Portillo. Dos, con Jorge Rodríguez; los dos que el Zarco empezó como entrenador. El fútbol salvadoreño está viviendo una verdadera dinastía. Una casta con estirpe campeona. Isidro Metapán es el sinónimo inmejorable de la palabar “éxito” en el fútbol salvadoreño.
Ayer no brilló en la cancha pero marcó los tiempos de la final. Mereció ganarla en los 120 minutos pero Meme González estaba en una tarde inspirada. Los penales, esta vez, premiaron al mejor.
En este espacio destacamos que desde el 2007 que Metapán levanta, al menos, una vez por año la Copa: Clausura 2007, su primer título; Clausura 2008, Clausura 2009, Clausura 2010, Apertura 2010, Apertura 2011, Apertura 2012, Apertura 2013 y Clausura 2014.
Causalidad y no casualidad. La coherencia dirigencial a la hora de elegir un entrenador y mantener un plantel; el trabajo que también baja a los menores; el método ganador que se alimenta cada temporada. Metapán es el ejemplo para los directivos de otros equipos que se manejan cada vez más con impulsos y cada vez menos con visión lógica.
Y aún se esperan los resultados de la investigación que los propios directivos caleros hicieron sobre amaños en Concachampions. La pelota la tienen -hace un tiempo largo- la Fesfut y la Fiscalía. Allí dejaron sus investigaciones. Ya es hora de resultados.