Intratable. Dueño de la arena. Brasil tuvo ayer una tarde diferente, en la segunda jornada de la Copa Pílsener, y convenció de por qué es tetracampeón del mundo en la modalidad. Sin discusión, venció 11-1 a Inglaterra, poniéndole un “baile” que mantuvo a los sudamericanos en el primer lugar del torneo.
Aparecieron sus figuras y con goles donde el último tanto fue el único que se marcó de penalti. Fueron los dobletes de Catarino, Rafinha y Mauricinho los que fueron el vapor que mantuvo las máquinas en marcha de Brasil.
Además, aportaron con uno Rafael “Bokinha” Pinto, el guardameta y capitán Mao, Jordan De Oliveira, Rodrigo da Costa y Rodrigo “Digo” Gama.
Brasil basó su juego en la ofensiva, con total dominio durante todo los tres periodos, a pesar de que los ingleses nunca se rindieron. El único gol del cuadro europeo, calificado de honor, fue del capitán Mathew Evans, al final del juego.