Un misil fue la diferencia en el primer tiempo. Uno de Alexander Larín, el rompe redes de FAS, que al minuto 36? dejó parado al meta Benji Villalobos para adelantar a FAS en un clásico que solo tenía el nombre, porque en fútbol dejaba mucho que desear.
Los dos planteles parecían haber salido a firmar un empate, a arriesgar poco, con doble contención y cuádruple amarre de ideas. Poco de ambos, aunque FAS fue un poco más, y no por el gol, sino porque llegó un par de veces con cierto peligro.
El partido era de contrastes. Servía un triunfo para los locales para dar otro pasito a semis, y a Águila para abrir más brecha con Firpo por el descenso. Pero parecía que no se jugaban mayor cosa, no por entrega, no, sino por falta de fútbol de asociación, de carencia de paredes, o de ataques de habilidad.
Lo de Larín fue la excepción en un mar muerto, en dos cuadros que no hacían un buen espectáculo y que apenas habían llegado a la puerta
rival. Un tiro de media distancia de Alejandro Bentos, de lejos y fácil, fue lo primero de los tigrillos. Lo contuvo el meta Villalobos. Un tiro libre que dejó Larín en la barrera. Un centro de Figueroa que ganó Mazzia, increíble, el más pequeño, en el área rival, pero remató arriba. Un fuera de lugar inexistente cuando se iba por izquierda Larín. Y un poste, de Bentos, al 33?, tras un pase retrasado (con la cabeza) de Mazzia, había sido todo por FAS. Esta última sí fue clara, y lo salvó la suerte al cuadro visitante, que probó por primera vez a puerta rival hasta el 30?, con Anderson, en un tiro cruzado del jamaiquino que llegó fácil para el meta Contreras.
Vale decir que antes del golazo de Larín, Águila anotó, pero en posición ilícita. Fue en un tiro libre. Romero encontró a Torres para que marcara de cabeza, pero estaba adelantado cuando partió el pase. Vale decir, también, que bien se pudo ir expulsado Jonathan Águila, por una agreción con el codo sobre Isaac Zelaya, al 24?. Le puso amarilla el réferi Kenso Araujo.
Más de lo mismo
Para la segunda mitad, las emociones también fueron contadas. Águila intentó cambiar la situación enviando modificaciones temprano. Larios salió al pasto por Anderson, para tratar de hacer daño por arriba, con en partidos pasados. Pero, más allá de ganar un par de balones aéreos, los centros eran casi al borde del área, desde donde poco daño podía hacer.
FAS tampoco tuvo mucha llegada, aunque sí, quizá, más control de balón, más posesión pero sin mucha profundidad y prácticamente sin verticalidad, salvo en las contras, un par, que no terminaron en mayor cosa porque se paró bien la defensa visitante.
Una de las pocas ocasiones surgió en el 61?, cuando Larín le filtró un gran pase a Bentos por la derecha. Desde ahí, el tigrillo sacó un centro a segundo poste, a donde Jonathan Águila le ganó a la defensa, pero su remate de cabeza se fue arriba de la cabaña de Villalobos.
Del otro lado, poco también que resaltar. Un centro de Torres, a 15 minutos del final, para Larios, que está vez si obligó a que Villalobos se moviera un poco, pero capturó fácil el esférico. El FAS supo manejar el tiempo, y desesperar a su rival. Prácticamente no le llegó de nuevo Águila, salvo sobre el final, cuando se salvó en una gran jugada, quizá la mejor de la visita. Corría el 88? cuando Zelaya encontró a Larios en el área. La pechó y, de chilena, casi marca un golazo. Estaba vencido ya Contreras. Era el empate, pero Larín, en la línea, salvó con la cabeza.
Se acabó el partido, y FAS prácticamente está en semifinales, mientras que Águila tiene cuatro finales más para definir el descenso.