Suerte, casta de campeón, hombrada, maldición marciana. Llámele como quiera. Isidro Metapán rescató un partido que parecía perdido, en el que tenía un hombre menos (desde el 49’) y perdía por 2-0.
No lo pudo liquidar el cuadro local. No lo supo manejar y el cuadro que dirige Jorge Rodríguez se le fue encima y les “robó” un punto en el estadio Cuscatlán.
Dolorosa situación para Marte, que vive un “deja vu”. Los errores se repiten y la suerte no les acompaña, porque el gol de Nicolás Muñoz llegó por un desvío en la barrera. Esto es fútbol, el que no las hace, las ve hacer.
El partido
Marte salió como de costumbre contra Isidro Metapán, con el control del balón, abriendo la cancha a base de toques y generando ocasiones. Si no terminó con más ventaja que un gol en el primer tiempo fue porque erró varias jugadas claras.
Tras una ocasión de la visita, sobre el primer minuto, en un remate desviado de Héctor Ramos luego de un regalo de Kenny Lemus, todo fue para el cuadro bombardero, que se fue al frente en el marcador apenas sobre el minuto 3.
Surgió esta ocasión también de un error, pero Franklin Lemus no la desaprovechó. Se la “pasó” el defensa jaguar Milton Molina, y el delantero ingresó con calma al área y definió de derecha para ponerlos a ganar.
Se le fueron al traste los planes a Jorge Rodríguez, que había mandado a un plantel con línea de cuatro al fondo y con cinco volantes, para tratar de contrarrestar el buen toque en la media de los locales.
Pero no podían los jaguares. Al 12’, pudo aumentar la cuenta. Fue en una contra en la que se escapó Josué Hernández por derecha. Intentó buscar el centro corto para dejar solo a Lemus frente al meta Henry Hernández, pero cortó a tiempo Milton Molina con la cabeza. La bola le volvió a quedar a Hernández quien, tras un amague para quitarse a un rival, enfiló hacia el arco, pero mandó la bola a las gradas.
Poco después, al 18’, Hernández dejó a Molina en velocidad y sacó un centro al área para Lemus. Tenía para pasarla o rematar. Optó por la segunda, y la tiró también a las gradas. Otra ocasión desperdiciada. Después, fue Ibsen Castro quien se la perdió en el área, en otro tiro perdido.
Después d eeso, el partido cayó en un bache porque ya no hubo muchas llegadas de peligro real. La bola transitó en el medio sin profundidad, y también apareció el juego brusco. Se agarraron varias veces Lemus y Luis Perla, y Henry Reyes y Narciso Orellana, pero no pasó a más.
Por Metapán, las ocasiones no fueron claras. Ese tiro desviado de Ramos al inicio, un lanzamiento de libre de Molina que quedó en la barrera, y poco más. La defensa marciana estaba bien parada, y el primer tiempo se diluyó.
El complemento
Para la segunda mitad, parecía que todo iría viento en popa para el Marte, que se quedó con uno más por la expulsión de Narciso Orellana, tras una patada a Lemus. Era el 49’ y había mucho por recorrer aún.
Al 63’, asomó peligro en la cabaña marciana. Fue a balón parado, la única manera en la que llegaban los de Metapán. Monterrosa probó un tiro libre y se desvió un poco en la barrera. El meta quedó vencido pero el travesaño los salvó.
Poco después, ingresó Wílber Reyes en los bombarderos, y solo a poner un gol. Aguantó una falta, siguió con el balón y abrió perfecto para Eríck Molina, quien venía por derecha. Desde fuera del área, firmó un bonito gol con una vaselina sobre Henry Hernández.
Era el segundo, y el partido parecía liquidado, porque, además, tenían un hombre más sobre la cancha. Pero Metapán tiró de pundonor, y complicó a tal grado de estar muy cerca de empatar.
Sobre el 74’, le quedó servido el balón a Héctor Ramos, quien, dentro del área, sacó un potente disparo que se estrelló en el poste derecho. Se salvaron los marcianos. Y poco después, fue el meta Ramírez quien rechazó un remate de Nicolás Muñoz que apenas se había desviado en Kenny Lemus.
El tiempo era el peor enemigo para Metapán, que seguía animado y Marte, que había manejado los tiempos y la pelota, parecía haber olvidado cómo tocar. Le encimaban y no lograba aprovechar el hombre de más que tenía sobre la cancha.
Cuando el partido se acababa, tras una falta innecesaria de Tejeda a Ramos, llegó un empate que nadie imaginaba por el trámite del partido, solo los jaguares, que siguieron creyendo. La pidió Nicolás Muñoz y tuvo algo de suerte, porque el remate se desvió en la barrera y la bola tomó otro rumbo, para dejar sin reacción al meta Ramírez.
Incluso, lo pudo ganar el equipo jaguar, cuando al 91’, Diego López le puso un centro a Muñoz. De manera increíble, estaba solo el panameño, y cabeceó a placer, pero desviado de la cabaña marciana.