Poco más de 50 días restan para que la Copa del Mundo de Brasil 2014 ponga a rodar el balón. Y en El Salvador, la tripleta arbitral que estará presente en la cita futbolística espera con ansias esa hora cero.
El árbitro Joel Aguilar Chicas, quien encabeza el grupo, acepta que con sus asistentes, William Torres y Francisco Zumba, solo les queda seguir preparándose en el país.
“Contento porque está llegando la hora cero, la hora de que empiece la gran fiesta y la tripleta salvadoreña está motivada, especialmente después de venir del último seminario”, manifestó.
Joel explicó que, después de esa última actividad a la que asistió, se limitan ya a seguir en actividad local: “Como tipleta, contentos porque las evaluaciones fueron a favor nuestro, buenas, y esto nos permite ahorita solo esperar a que pasen los días, trabajando siempre con responsabilidad, cuidándonos en todos los aspectos para poder estar en óptimas condiciones a la hora de viajar. Ya prácticamente solo queda trabajar individualmente o como equipo aquí en nuestro país, siguiendo ese mismo plan que hemos venido haciendo”, expresó.
Sobre el Mundial, el central dice que el sueño más claro es “poder dirigir”, sin importar a qué partido sea.
“Solo tener la oportunidad de dirigir. Si están las mejores selecciones y todas están en un buen nivel, todas quieren ser campeonas, me es indiferente cuál sea el partido que dirija, lo que sí deseo de corazón es poder dirigir un juego en el Mundial”, sostuvo.
Luego, añadió: “Solo esperando tranquilamente el día que se llegue la oportunidad. Sí nos visualizamos como tripleta tener esa oportunidad, poder ir a disfrutarla, representar a nuestro país como salvadoreños, hacernos presentes nuevamente en un Mundial y hacerlo de la mejor forma y dando nuestro mayor esfuerzo, pero dar el 100%”.
En cuanto a si hay ansiedad o nervios porque ese momento se llegue, Aguilar se sinceró: “La verdad, no me lo preguntan, pero aún aquí en mi país cualquiera puede decir: ‘A Joel ya no le dan nervios dirigir juegos de su país, de Primera, de Segunda’. Pero siento que el ser humano cuando no siente eso, es como que está muerto. Soy honesto y esa ansiedad es rica sentirla, a mí particularmente me encanta, porque eso me permite sentirme vivo, sentirme que estoy disfrutando del juego, sentir que estoy atento y disfrutando cada minuto”.
Joel afirma que dirigir en Brasil “es un peldaño más para poder seguir caminando y hacer más larga mi carrera”, pero indica que aún tiene más metas por cumplir.
Sobre si el pueblo salvadoreño le desea suerte, contó: “Gracias a Dios tengo la fortuna de tener ese ‘clic’ con la gente. En su mayoría, siempre me dan unas palabras de aliento, apoyo, buenas vibras, y eso se los agradezco a todos. Difícilmente se puede sentir una admiración o un respeto por un árbitro, entonces yo particularmente vivo agradecido con eso”.