El descenso tan temido

Dos de los grandes y su lucha para no caer a la Segunda División

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Foto Por edhdep

Por Gustavo Flores / @Gusflores21

2014-04-20 6:41:00

Domingo 4 de mayo. El día D, el del Descenso. El momento que nadie quiere vivir en el deporte se marcará en esa fecha, si es que no se prolonga la agonía con un juego desempate entre los dos peores de la temporada. Y en ese agrio lugar podrían estar dos equipos grandes que se armaron para pelear en la otra tabla:Firpo y Águila.

Que los equipos grandes puedan llegar a descender habla de una paridad enorme, pero también de transparencias en el siempre sospechado fútbol. Prejuicios al margen y, a pesar de las “suspicacias” de dirigentes y entrenadores, y -hay que decirlo- de penales inexistentes cobrados a su favor, Firpo no sale del sótano de la acumulada.

Como alguna vez fueron River o Independiente en Argentina, Corinthians o Fluminense en Brasil o América de Cali en Colombia, por los ejemplos más cercanos en geografía y en el tiempo, hoy penan en El Salvador Firpo y Águila. Ojo, no siempre el descenso es síntoma de extinción. Por el contrario, ha “renacido” equipos. Atlético de Madrid inició el siglo en Segunda división y le costó dos temporadas volver (hace doce años) a la Liga que hoy lo tiene como sorpresivo puntero.

Firpo está en terapia: con 9 puntos por jugar, está a 3 de la UES y Águila y a 5 de Santa Tecla. Difícil misión para un equipo que ya no puede fallar y le tocará una de las más complicadas el miércoles: FAS, en Santa Ana, ya clasificado pero sin “relajación posible”, según las propias palabras del entrenador. Luego, Juventud en Usulután, que llegará urgido de puntos para buscar la clasificación a semis. Y cierra de visita ante el Dragón, otro que sorprendentemente se metió en la conversación.

Águila, el otro grande en situación de riesgo, tampoco la tiene fácil, con dos juegos de visita. El miércoles Dragón, después recibe al alicaído Marte y cierra contra la UES, de visita, en un partido crucial para ambos, al que pudieran llegar a un pacto tácito de no agresión en caso de que un punto les sentara bien a los dos.

El descenso está que arde. Y Firpo está jugando con fuego.