La pregunta de si perdonarían a Firpo es hipotética ysolo el futuro la podrá responder. Sin embargo, la historia refleja que no es algo imposible en el fútbol salvadoreño, y que el mismo Firpo ya se ha salvado en el pasado pese a acabar último, ya sea porque congelaron el descenso o porque compró categoría.
En pláticas de pasillo, se ha rumorado que buscarán una fórmula para salvarle. En twitter, más de algún jugador ha señalado que se verían “chanchullos” en los partidos finales de temporada para salvar a “algún” grande, aunque no se especificó a qué grande se refería (Águila también está cerca del descenso).
Sin embargo, hoy por hoy no hay nada concreto, y las reglas dicen que bajará el que esté en última posición. A falta de tres fechas, Firpo está último, pero a tres puntos Universidad y Águila.
La relación de Firpo con la Segunda es fuerte, y podría sumarse a Once Municipal y Dragón como los equipos con más descensos de Primera (con cuatro) si es que baja.
En 1951-52, el cuadro taurino acabó último. Sin embargo no descendió porque en ese torneo no hubo ni benjamín (ascendido a Primera) ni hubo pérdida de categoría. Así, se jugó el torneo entre ocho equipos, y Firpo, que apenas ganó dos juegos y empató uno de 14 duelos, se salvó.
La situación fue calcada para la siguiente temporada, y por segunda vez en la corta historia del fútbol de la era profesional (1949), se salvaba.
La surte le dejó de sonreír en 1957-58, cuando, con 11 equipos en el torneo, se acordó que bajaría dos. Firpo acabó penúltimo, con 13 puntos, los mismos que Universidad, y se fueron al descenso.
Tras regresar a Primera en 1959, volvió a la Liga de Plata en 1962 luego de ser último con siete puntos en 18 partidos. Regresó en 1966-67 a la Liga de Privilegio, pero descendió en la siguiente temporada, al ser de nuevo último con 15 puntos en 36 encuentros.
Subió de nuevo a Primera en 1972 y, para 1977-78, volvió a acabar en la última posición. Sin embargo, pese a haber 12 equipos en el torneo, se congeló el descenso y por tercera vez se salvó.
La situación posterior no era buena en el equipo, que seguía con malos resultados y, para 1981, volvió a acabar último, pero negoció un acuerdo para que lo indultaran nuevamente. Este acuerdo consistió en que jugaría el siguiente año en la Mayor, pero con un descuento de -5 puntos; mientras que Águila, que fue noveno, también jugaría, pero con -3. Firpo volvió a acabar último (ya con el descuento), y tenía que dejar la categoría junto con el Santiagueño (noveno).
El cuadro de Usulután perdió así por cuarta vez la categoría; sin embargo, algunos estadistas no la contabilizan porque para el campeonato de 1983 volvió a aparecer en Primera División porque le compró la categoría al Agave.
Desde entonces, el cuadro oriental mantuvo su categoría, mejoró notablemente y dominó en la primera etapa de la década de los noventas. Sumó también títulos en los últimos torneos cortos y ha sido protagonista arriba, hasta ahora, que está de nuevo al borde del abismo.