Continúa el ‘caso Pistorius’. El atleta paralimpico sudafricano vomitó en repetidas ocasiones durante el testimonio del forense Saymann que analizó el cadáver de Reeva Steenkamp, su mujer.
Los hechos se produjeron cuando el forense describía las heridas de bala sufridas por Steenkamp. La juez Masipa aplazó en un primer momento la declaración de Saymann, pero al repetirse la escena su abogado Barry Roux declinó volver a detener el testimonio.
Pistorius se cubrió la cabeza con las manos y con varios pañuelos, siendo abrazado posteriormente por sus dos hermanos. El atleta comenzó a sufrir náuseas y comenzó a vomitar.
“No va a estar bien durante este testimonio. Esto no cambiará, está muy afectado”, dijo Roux, poco antes de que Masipa decretara la pausa para comer. Su tío Arnold y otros familiares de Pistorius se acercaron después al atleta para consolarle, antes de que el acusado abandonara la sala, junto a su hermana.
Pistorius se había mostrado hasta hoy con relativa compostura y serenidad su juicio por asesinato, que comenzó el lunes pasado en el Tribunal Superior de Pretoria y está previsto que dure hasta el 20 de marzo. Pese a haber roto en varios momentos en llanto, el velocista había escuchado los testimonios y tomado notas, que pasaba después a los abogados de la defensa.
Pistorius reconoció al inicio del proceso haber matado a tiros a su novia a través de la puerta cerrada del baño de su casa de Pretoria, la madrugada del 14 de febrero del año pasado. La Fiscalía acusa al deportista, de 27 años, de matar intencionadamente a Steenkamp, y pide que sea condenado por asesinato premeditado, un cargo que le costaría la cadena perpetua.
Por su parte, el velocista alega haber disparado contra Steenkamp -que entonces tenía 29 años- por accidente, al pensar que lo hacía contra un ladrón que se había colado en su casa.