¿Técnicos extranjeros o nacionales? Esa es la cuestión

El Salvador tiene solo 10 % de entrenadores extranjeros en su liga. Está entre los promedios más bajos del mundo. En Argentina no hay foráneos y en Brasil y Uruguay son escasos

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De izquierda a derecha: Efraín Burgos, técnico salvadoreño de FAS y Alejandro Curbelo, técnico uruguayo de Alianza. Foto: EDH

Por Claudio Martínez | Twitter: @Martinezchino y Julio Pinto @Pintrock

2014-03-10 3:58:20

Tratar de hacer una nota con estadísticas sobre entrenadores en actividad a nivel global es una tarea titánica, casi imposible, por tratarse de una profesión donde el índice de rotación -llámese despido o renuncia- está a la orden del día. Es, por poner un ejemplo, como pretender contar con exactitud las pelotas de un inmenso pelotero mientras cinco niños juegan en él. De hecho, en los cuatro días de investigación de este artículo cambiaron cinco entrenadores y otros tres más en el mismísimo momento en que el reportaje estaba siendo escrito.

Con la salida de Firpo del argentino Ramiro Cepeda, El Salvador se encuentra con un panorama poco habitual en sus clubes de Primera División: 9 de los 10 entrenadores son nacionales. Solo queda un extranjero: el uruguayo Alejandro Curbelo (Alianza). ¿Es común eso? ¿Cómo es en el resto del mundo?

De los más de 40 países investigados, solo hay una liga que no tiene entrenadores extranjeros. Es la de Argentina, cuyos técnicos de los 20 clubes son nacionales, entre ellos varios de renombre como Carlos Bianchi (Boca), Ramón Díaz (River) y Claudio Borghi (Argentinos Jrs). Si este reportaje hubiera sido publicado la semana pasada, también estaría Uruguay, pero hace unos días Cerro despidió a Pablo Alonso y en su lugar llegó el argentino Pablo Rodríguez, por lo que ahora son 15 nacionales y un extranjero, transformando ese 0 % de técnicos foráneos en un 6 %.

Brasil es otro país con escasa tradición de importar entrenadores para sus clubes. Se podrá recordar los pasos de Daniel Passarella (Corinthians) o Lottar Matthaus (Paranaense), pero son pocos. En la actualidad solo uno de los 20 clubes del Brasileirao es dirigido por un técnico extranjero: Atlético Paranaense, que tiene al español Miguel Angel Portugal (Racing de Santander y exsecretario técnico del Real Madrid). Es más, si este reportaje saliera dentro de una semana quizás ya serían otra vez 20 brasileños, ya que Portugal está siendo muy cuestionado.

En la misma línea que Argentina, Uruguay y Brasil, pero del otro lado del Océano Atlántico, está la liga de Portugal, donde no es habitual ver entrenadores extranjeros. De hecho, solo tienen uno entre los 16 equipos: el italiano Giuseppe Galderisi, del Olhanense.

Existen otras tres ligas de Europa donde también es altísimo el índice de entrenadores nacionales. La de Holanda es uno de ellas. La Eredivisie tiene a sus técnicos más famosos trabajando en el país: Ronald Koeman (Feyenoord), Edwin Koeman (Waalwijk), Marco Van Basten (Heerenveen), Frank de Boer (Ajax), Phillip Cocu (PSV Eindhoven) y Dick Advocaat (AZ Alkmaar). De los dos foráneos, el más conocido es el danés John Dahl Tomasson (Roda JC, que marcha último).

Francia y Escocia son dos países con tradición de entrenadores locales. En la Ligue 1, solo 3 de 20 son extranjeros: el italiano Claudio Ranieri (Mónaco), el armenio Michel Der Zakarian (Nantes) y el belga Ariël Jacobs (Valenciennes). También son tres en Escocia, aunque todos son de las islas Británicas. ¿El más famoso? Neil Lennon, de Irlanda del Norte, que dirige al multicampeón Celtic de Glasgow.

En Centroamérica

Las ligas centroamericanas siempre fueron un buen destino para los entrenadores extranjeros. Normalmente, el porcentaje oscila entre el 35 y 45 % de los cupos. Así es habitualmente incluso en El Salvador. De hecho, al comenzar el torneo eran 60 % nacionales contra 40 % foráneos. En ese sentido, Nicaragua es el que menos tiene y Guatemala el que más, consolidando la idea que la liga que más dinero tiene consigue atraer más técnicos de afuera. En estos momentos, 10 de los 12 equipos chapines tienen timoneles no nacionales (80 %, uno de los índices más altos). Los de más renombre son Aníbal “Maño” Ruiz (Municipal, ex-DT de El Salvador) y Horacio Cordero (U. San Carlos). Honduras y Costa Rica, en cambio, se mantienen en el promedio de los últimos años en la región.

Los gigantes de Europa

Hay excepciones, pero en general cuanto más dinero tienen los clubes más recurren a un entrenador extranjero. Indicio: de los 16 equipos que sobreviven en la Champions League, solo 3 cuentan con nacionales (Blanc en PSG, Klopp en Dortmund y Keller en Schalke 04).

Se puede ver también en la Premier League Inglesa, con solo 4 equipos con timoneles locales. Los grandes clubes prefieren a portugueses como Mourinho (Chelsea), chilenos como Pellegrini (City), irlandeses como Brendan Rodgers (Liverpool), franceses como Wenger (Arsenal) o escoceses como alguna vez lo fue Ferguson y hoy lo es David Moyes (Manchester United). De hecho, desde que la Premier League se conoce como tal, en 1992, jamás un inglés ha hecho campeón a un equipo.

Por esa misma tendencia va España. Aunque el porcentaje no es tan alto como en Inglaterra, los más poderosos no son guiados por españoles. Algo es seguro: el técnico campeón de liga no será nacional. Será italiano (Ancelotti, Real Madrid) o argentino (Martino con Barcelona o Simeone con Atlético).

De las cuatro grandes ligas de Europa, la que más utiliza nacionales es la Serie A (la proporción actual es 75 % vs 25 %). De hecho, los tres grandes, Juventus (Antonio Conte), Milan (Massimo Allegri) e Inter (Walter Mazzarri) arrancaron con esa filosofía, aunque luego el Milan haya decidido despedir a Allegri y llevar al holandés Clarence Seedorf.

En el caso de la Bundesliga, solo una tercera parte de los entrenadores vienen de afuera. En ese sentido, Bayern Munich, que sorprendió con la contratación de Guardiola, siempre fue pionero. En 1963 llevó al yugoslavo Zlatko Cajkovski y a lo largo de la historia pasaron, entre otros, el húngaro Pal Csernai, el danés Soren Lerby, el italiano Giovanni Trapattoni y el holandés Louis Van Gaal.

Dos paraísos para los entrenadores extranjeros, siempre con altos porcentajes, son Turquía y Rusia, éste último especialmente en los años recientes. En Turquía están desde algunos consagrados como Roberto Mancini (campeón de la Premier League con Manchester City, hoy en Galatasaray) y otros novatos como Roberto Carlos (está haciendo sus primeras armas como técnico en Sivasspor). La liga turca le ha ido ganando terreno a la griega. Grecia, anteriormente lugar habitual para timoneles trotamundos, ya no es lo que era. La crisis económica hizo mella y actualmente hay solo dos. El más destacado: el español Michel (Olympiakos).

En Rusia, en cambio, salvo excepciones como el italiano Spalletti (Zenit), la mayoría de los foráneos proviene de ex repúblicas soviéticas como Bielorrusia o Ucrania. Para frenar esa tendencia y priorizar lo casero, la Federación Rusa de Fútbol a partir de junio cobrará un impuesto especial ($160,000) a los clubes cuyo DT sea extranjero.

Escandinavia tiene números diversos. Mientras que en Suecia apuestan por lo nacional (15 de los 16 son del lugar, incluido el mítico Henrik Larsson, que dirige al Falkenbergs FF), en Noruega piensan diferente. Eso sí, muchos de los entrenadores de afuera son la vecina Suecia. Una de las excepciones es Bob Bradley, técnico estadounidense, a cargo del Stabaek.

Resto de América

Además de las tres grandes potencias de Sudamérica, ya mencionadas, hay otros dos países con bajísima cuota de entrenadores de fuera. Son Colombia y Venezuela. En Colombia solo hay dos, Miguel Ángel López, conocido como El Zurdo (Junior de Barranquilla), pero que ya lleva 40 años en ese país. El otro es el español Juan Manuel Lillo -candidato a dirigir a la Selecta en el año 2009-, que desembarcó este año en Millonarios. En Venezuela, el único extranjero en los 18 clubes es el argentino Horacio Matuszyczk, de Tucanes, pero con 8 años viviendo allí, donde se retiró como futbolista.

Donde a un entrenador extranjero jamás le faltará trabajo es en Ecuador, ya que son mayoría, especialmente los argentinos como Luis Zubeldía, Carlos Ischia o Juan Manuel Llop. Bolivia tenía exactamente repartidas las cuotas en un 50 %… hasta que el español Azkargorta, que tenía a la selección de ese país, arregló con el Bolívar. En Perú, en cambio, prevalecen los nacionales, entre los que está Alberto Castillo (Unión Comercio) aunque los de afuera nunca bajan del 30 %.

Paraguay ha reducido su preferencia por los extranjeros, sobre todo los uruguayos, que en una época eran amplia mayoría, como cuando estaban Rubén Israel, Gerardo Pelusso y Jorge Fossati. La apuesta por los nacionales guaraníes incluye a Pablo Caballero, en Rubio ??u, aquel delantero que jugó aquí para Municipal Limeño. En Chile también es alta la aceptación de técnicos de otros países, tanto en su selección como en la liga. Con la reciente contratación del argentino Marcelo Trobbiani (Cobreloa), ya son 7.

México es una plaza muy apetecible para técnicos extranjeros, sobre todo porque los salarios son altos y las puertas siempre están abiertas. En estos momentos, con la llegada de Angel Comizzo al Morelia, hay 50 % de entrenadores aztecas y otros tantos de afuera. En la MLS, de las 19 franquicias hay 7 foráneos de lugares muy diversos: Gales, Grecia, Nueva Zelanda, Colombia y Canadá.

Asia, Oceanía y África

El despegue del fútbol chino, con el ejemplo de Guangzhou Evergrande -dirigido por Marcelo Lippi- campeón de la Champions League de Asia, habla de un antes y un después del fútbol a nivel de clubes. El 62 % de los entrenadores ses del exterior, incluyendo nombres como Sven Goran Eriksson (Guangzhou R&F) y Gregorio Manzano (Beijing Guoan). Japón también importa mucho y los brasileños siguen siendo su debilidad. Uno de ellos, el más famoso, es Toninho Cerezo, en el Kashima Antlers.

En la K-League, la liga profesional de Corea del Sur, el porcentaje es bajísimo. Solo uno de los 12 equipos es dirigido por alguien no coreano. Se trata del serbio Ilija Petkovic (Gyeongnam FC), el mismo que llevó a Serbia y Montenegro al Mundial de Alemania 2006.

Las de la zona del Golfo Pérsico, especialmente Qatar y Emiratos Árabes, son un imán para entrenadores extranjeros con cierto nombre. Los números son contundentes: en Qatar, los 14 clubes cuentan con timoneles foráneos, desde Sebastiao Lazaroni (guió a Brasil en el Mundial de Italia 90, ahora en el Qatar FC) al uruguayo Diego Aguirre (Al Gharrafa), que alguna vez pasó por FAS.

Apenas un poco más bajo es el porcentaje en Emiratos Árabes, donde alguna vez estuvo Diego Maradona. Allí aparecen nombres como Walter Zenga (Al Jazzera) y Quique Sánchez Flores (Al Ain). Solo hay dos nacionales, y uno de ellos es interino, Saleem Abdel Rahman, que se hizo cargo del Al Wasl ante la reciente salida de Héctor Cúper. En África, continente donde es difícil conseguir datos precisos y actualizados, no es frecuente la llegada de europeos o sudamericanos a nivel de clubes -con selecciones es una historia muy diferentes-, allí se apuesta por lo nacional o, en todo caso, por lo regional.

En síntesis, la mayoría de los países que tienen baja cuota de entrenadores extranjeros en sus ligas, como Argentina, Uruguay, Brasil, Portugal, Francia y Holanda, son además exportadores de directores técnicos. No es el caso de El Salvador, donde el argumento principal muchas veces pasa más por el aspecto económico que por una firme convicción de que son la mejor opción.