Banderas, bombos y egos

[OPINIÓN] El debate por la prohibición de dichos instrumentos de las barras bravas de los equipos de la Primera División

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Se espera que las barras tengan mejor comportamiento en lo que resta del Apertura 2016. Foto EDH/Archivo

Por Claudio Martínez/ Twitter: @martinezchino

2014-03-17 6:10:00

 

La determinación de la Comisión de Seguridad de la FESFUT de prohibir el ingreso a los estadios de banderas e instrumentos musicales ha generado mucho rechazo. Pero, por sobre todas las cosas, ha servido para demostrar el altísimo ego de muchas de las barras organizadas, que prefirieron no acudir a los partidos en repudio a esas medidas. No censuro su actitud porque al fin de cuentas cada uno tiene derecho a protestar como quiera, pero sí deja en evidencia que muchas aficiones pretenden ser más importantes que el propio equipo al que dicen apoyar.

Seamos sinceros. El fútbol, entre lo pobre del espectáculo, la falta de pasión y los episodios violentos, ya ha espantado a la gente de los estadios. Antes iban pocos. Bueno, ahora irán menos aún. Es cierto. Pero si eso ayuda a que acabe la violencia, bienvenido sea, por más que algunas barras griten y pataleen. El que quiera ir a ver a su equipo pacíficamente igual lo podrá hacer, nadie se lo impedirá.

Muchos dirán, con razón, que si el estadio está vacío no habrá hechos violentos. Sí, es una triste realidad que perjudica a todos, especialmente a la economía de los equipos. A eso se llegó en Argentina, un fútbol indómito en materia de seguridad donde las barras se volvieron incontrolables y donde se puso una ley en la que la afición visitante no podía concurrir a los juegos de su equipo. Probablemente solo haya una cosa peor que un partido jugado con un estadio vacío: un estadio con gente herida, golpeada, ensangrentada.

¿Qué se gana con prohibir banderas e instrumentos musicales? ¿Sirve de algo? Habrá que ver. En principio, desde su implementación no han vuelto a ocurrir incidentes ni a estallar pólvora. Ni las banderas ni los bombos son peligrosos en sí mismos, pero ya está comprobado que pueden ser el vehículo para transportar explosivos o determinado tipo de armas. ¿Cuán peligrosa puede ser una botella plástica con agua? Parece inofensiva. Sin embargo, si uno quiere volar a Estados Unidos la ley indica, por seguridad, que no puede llevar una.

Volviendo a El Salvador, a los agentes de seguridad de los estadios se les puede engañar más fácil de esa manera. Como medida de precaución, no me parece mal. No digo que tiene que ser eterna, pero que sí que se evalúen los resultados con y sin ella, como ha sucedido en Chile o México, por citar dos casos. Ya está visto que aquí a las multas suaves, esas de 250 dólares, nadie les hace caso. Es más, algunos lo ven como el arancel para desplegar ese tipo de pirotecnia.

No sé si alguien lo dijo o lo escribió antes, pero para los que repudian la medida es bueno informales que esas mismas restricciones ?nada de banderas e instrumentos- son las que aplicó la FIFA para la Copa Confederaciones 2013 y que siguen vigentes para el Mundial de Brasil 2014. Allí será difícil ver a un grupo de aficionados, de esos que pagaron cientos de dólares por una entrada en el Mundial, permanecer en las afueras del estadio mientras juega su equipo simplemente porque no le dejan ingresar su bandera o su bombo.

Eso sí, si realmente quisieran frenar la violencia en los estadios de El Salvador, tampoco estaría mal que dejen de vender cerveza.