Águila y Universidad ya están juntos, pero no revueltos, en el fondo de la tabla acumulada. Los dos equipos suman 21 puntos y han apostado a la reingeniería en sus banquillos para apostar por la salvación.
Primero fue el equipo negronaranja, que ya hizo debutar al nacional Edwin “Bochinche” Portillo, y quien logró un punto de oro ante el puntero FAS en el clásico nacional.
Ahora, los escarlatas han necesitado del auxilio de otro timonel nacional, William Renderos Iraheta, quien ha relevado al argentino Jorge “Chiqui” García después que han transcurrido cinco fechas y el saldo en puntos sigue en cero. No han sumado ni en casa ni fuera de ella.
Cada equipo llega urgido por ganar para meter presión a Santa Tecla.
Águila visitará San Juan Opico, una plaza hostil. En sus últimas cinco visitas, empató dos veces y perdió tres. No gana allí desde mayo de 2009. En esa ocasión, los migueleños barrieron con un 3-0, gracias a un doblete de Gilberto Murgas y uno de Eliseo Quintanilla, quien ayer pagó junto a Benji Villalobos la suspensión que tenían por el “caso amaños” en Selección.
La amenaza de Juventud es su ataque. En los últimos tres partidos de este torneo marcó siete goles. Pero viene de pasar un susto en Las Delicias, ya que habría perdido si Irvin Valdez no marca sobre último minuto.
El equipo de Juan Ramón Sánchez viene de tener un paseo de campo en el amistoso del viernes contra Maracaná San Rafael, de Tercera, al que endosó un 8-1.
En el otro partido que cierra la sexta fecha, Atlético Marte llega envalentonado tras sus últimos dos triunfos (sobre Dragón y el campeón Metapán). Recibe a una UES que urge de una metamorfosis.
Los pumas pueden jactarse que el torneo pasado fueron, junto a Metapán, los únicos en no perder la serie particular contra Marte. Incluso, los universitarios le botaron un invicto de 17 fechas con un inolvidable 4-1. Este día es otra historia y lo que más urge es puntuar, como sea.