Un peligro latente. Estamos hablando de la pirotecnia, las bengalas o cualquier manifestación de pólvora en los estadios, cualquiera sea el color de la hinchada que decide llevarlos.
Esta vez fue en el estadio Quiteño, el sábado a la noche. La afición de FAS recibió con explosivos y luces a su equipo.
Tampoco se quedó atrás la afición de Alianza, que con las bengalas encendidas en el segundo tiempo y hasta arrojadas al campo de juego, pararon por unos minutos el partido. Esto además de generar un riesgo cierto contra la propia humanidad de quien decide llevar la pólvora también es un peligro para los que lo rodean. Y, obviamente, están expresamente prohibidas en los estadios.
Lo que no parece muy seria es la multa que aparece en el reglamento de la Primera División. Apenas 250 dólares para el equipo de la barra infractora.
El Comité de Seguridad (con representantes de los distintos estamentos del fútbol, de la PNCy organismos oficiales) es quien toma cartas en el asunto. Así lo hizo en el caso de Alianza cuando el año pasado la pólvora se ?les fue de las manos? y una explosión sacudió al Cusca.
El gran espectáculo de las aficiones en el Quiteño quedó empañado por un peligro latente y una vergonzante agresión al bus de Alianza. No debiera repetirse…