SAN SALVADOR. Óscar Portillo perdió la carrera de la vida. Luego de luchar contra una enfermedad, sus restos fueron sepultados miércoles, en el cementerio Jardines del Recuerdo.
Figura del ciclismo nacional en los años sesenta, Portillo corrió para los equipos Lincoln, Estadio Centro Deportivo, Bancapi y Fertica. Era de aquellos que trabajaban para otros, que no sobresalían demasiado en el pelotón, pero que dejaban todo por el compañero.
Tras un breve paso en 1965 por el club tecleño Lincoln, saltó al equipo Estadio Centro Deportivo, de la primera categoría del ciclismo profesional cuscatleco, dirigida entonces por Roberto Tolentino.
“Era un corredor fuerte, un sprinter nato, él ayudó mucho al ‘Pato’ Funes en la carretera”, afirmó Tolentino. “Su máximo logro fue clasificar a los Juegos Olímpicos de 1968, pero lastimosamente no pudo correr, ya que la altura del Distrito Federal le afectó y le hacía sangrar la nariz”, recuerda el entrenador.
Portillo fue pieza clave para que la IV edición de la Vuelta a El Salvador, de 1973, se quedara en el país, cuando Francisco “Pato” Funes la ganó con la cuarteta de Estadio Centro Deportivo, junto con Danilo Cortez y José Funes.
Apasionado del ciclismo durante toda su vida, Portillo deja un legado al país, al haber contribuido al desarrollo del ciclismo nacional.
El miércoles, le dieron el último adiós sus familiares y seres queridos.