Gabriela y su amor al ciclismo

Tras sufrir un grave accidente, estuvo a punto de retirarse Su pasión por este deporte le permitió recuperarse rápidamente

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El festejo del Audaz. Foto: EDH

Por EDH Deportes | Twitter @edhdeportes

2014-01-06 1:00:58

Para Gabriela Lemus y su compañero de entreno, Jonathan Orellana, la tarde del miércoles 24 de julio de 2013 parecía una rutina normal de entrenamiento, la práctica marchaba de maravillas. El entreno de ruta programado en la autopista a Comalapa; velódromo ? aeropuerto ? velódromo, casi finalizaba. Los ascensos en la zona de San Marcos marcaban la última docena de kilómetros.

Gaby y Jonathan coronaron el último repecho y comenzaron el descenso en la conocida bajada de la Colonia 10 de Octubre. De repente toda aquella armonía y concentración de Gabriela fue interrumpida intempestivamente por un microbús de la ruta 11B, el cual de forma irresponsable sobrepasó a los ciclistas para frenar bruscamente en poco menos de 10 metros, sin importarle la humanidad de los niños que entrenaban en la carretera.

Producto de la falsa maniobra del microbusero, Gabriela no tuvo tiempo para terminar de frenar por el impulso, e impactó la parte trasera del microbús, rompió con su cara el vidrio trasero, ingresando violentamente entre los vidrios rotos y chocando con los pasajeros que viajaban en el último asiento.

Gabriela, mal herida, fue trasladada por el conductor responsable del accidente, quien forzado por los pasajeros a que atendiera a la niña, no tuvo otra alternativa que irla a “tirar” prácticamente a la unidad de salud de San Jacinto. El motorista comprometido huyó, aunque al final fue capturado y obligado a conciliar con la familia de la ciclista accidentada.

Veloz recuperación

La ciclista fue atendida de emergencia, una grave hemorragia y su cara ensangrentada eran el máximo desafío del personal de la Unidad de Salud, debido a la gravedad de sus heridas. Gaby fue trasladada de emergencia al hospital Rosales, donde estabilizaron sus signos vitales y detuvieron la hemorragia, no así el diagnóstico de las heridas en su rostro casi desfigurado, de donde inclusive se le extrajeron fragmentos de vidrio y asfalto. Su recuperación era un verdadero reto el cuerpo médico.

La noticia no se hizo esperar, pocos minutos después del accidente, el personal de la Federación de Ciclismo comenzó a movilizarse, la niña, debido a su disciplina y constancia, había sido elegida como una atleta con proyección a futuro, o un talento que apoyar. Por esta situación Gabrielita Lemus goza de un seguro médico por parte del ente deportivo.

Horas más tarde, la ciclista fue trasladada al hospital Centro de Diagnóstico, donde se le practicó una delicada operación de cirugía plástica en su maltratado rostro, que fue exitosa.

Pasaron los días, y Gabriela bajo los cuidados de su familia evolucionó tan satisfactoriamente a la operación, que en pocas semanas ya estaba de nuevo en sus entrenamientos supervisada por su entrenadora y ciclista Iris Díaz.

Gabriela es una verdadera niña héroe del ciclismo, un símbolo de nuestra niñez maltratada que siempre sale adelante.