Muchos salvadoreños de seguro pueden montar en bicicletas, pero no todos pueden hacer lo que esta salvadoreña hace. Nos referimos a Mariana Salazar, una joven de 19 años que dedica gran parte de su tiempo a competir a nivel internacional “down hill”, o sea, montaña abajo, a gran velocidad, sorteando diversos obstáculos en las pistas.
Todo comenzó a los 4 años de edad, cuando Mariana se inició en el motocross en la categoría “Pigüi”, en donde disfrutó en varias ocasiones de los triunfos, pero por motivos personales se retiró de esta modalidad deportiva de carácter extrema y se cambió a “down hill”, siempre en el mundo del ciclismo extremo.
“Siempre fue siguiendo a mi hermano mayor que me salí de motocross y como él se metió al ciclismo también lo hice yo, pero como a mí siempre me ha gustado estar cerca de la naturaleza y sentir la adrenalina, el riesgo y sobre todo esa emoción que se experimenta al momento de desafiar los obstáculos naturales y volar al hacer esos saltos de más de 15 metros que hay en las diferentes pistas, fue que me decidí por este deporte”, nos cuenta la ciclista, mientras empuja su bici montaña arriba.
Esta modalidad del ciclismo está calificada como muy extrema y de inercia, pues recorren varios kilómetros en circuitos naturales a través de bosques en caminos muy angostos y llenos de obstáculo tras obstáculo. Estos pueden ser pedreros, raíces de árboles, arboles caídos, curvas muy prolongadas y muchos saltos, que superan los 15 metros de alto y pueden recorrer unos 10 metros a lo largo durante la caída, y todo lo hacen montaña abajo.
Obviamente las bicicletas están reforzadas con doble suspensión hidráulica y utilizan llantas especiales y más anchas que las convencionales, los marcos de estas bicicletas están construidos con aleaciones como aluminio, titanio o carbono, para mayor resistencia.
Para Mariana, en estos cinco años de carrera deportiva así como ha saboreado las mieles del triunfo también le ha tocado sufrir los dolores de las caídas: “Asistí a mi primera copa mundial en México en 2010 , quedándome con el primer lugar y contenta pues no solo gané la competencia, si no que enfrenté a grandes ciclistas, como la campeona del mundo, la francesa Emeline Ragot”, nos cuenta la ciclista en la pista del Ecoparque El Espino.
Un año después, le esperaba uno de los eventos mas importantes, se trataba del panamericano Juvenil de Down Hill en Colombia. Mariana llegó con un solo propósito: subir al podio. Y lo logró, y con medalla de oro.
“He sufrido muchas caídas y la más fuerte fue la del año pasado, corriendo la Copa del Mundo ‘Valvi Sole’, que se desarrollaba en la ciudad de Prento, Italia, cuando en una curva resbalé y perdí el control iba a unos 50 kilómetros por hora y rodé entre las piedras, no pude desenganchar los pedales y fue ahí donde la bici me jaló el cuerpo, quebrándome la cadera, lo que me tuvo en cama por más de un mes”.
Para esta atleta del ciclismo de montaña todo eso quedó atrás y este año espera sea mejor, aunque reconoce que los retos son mayores, pues regresa a Francia, en donde realiza sus estudios en comercio, pero también tiene el propósito de entrenar fuerte, con su nuevo equipo, el MC Racing, y su nueva bici, la Commencal.
“Espero poder adaptarme a esta bicicleta nueva lo más pronto posible pues se me viene en abril el Panamericano que será en Brasil y ya quiero estar lista para esta competencia”, dice. También nos comenta que le esperan cinco copas del mundo en Escocia, Noruega, Francia, Canadá y EE. UU.; además tiene planeado, junto a su nuevo entrenador, correr torneos regionales como parte de su entrenamiento, pues en Francia están las mejores del mundo.
Mariana es la cuarta y última hija de la familia (dos hermanos, una hermana) y como ella lo dice, “me encanta el riesgo, soy adicta a las emoción que me genera la montaña cuando la estoy descendiendo a gran velocidad, saltar por los aires y sentir esa adrenalina que produce mi cuerpo cuando montada en mi bici y pedaleando con el corazón busco llegar primero”.
Revisa el video de Mariana Salazar: