Con dos goles de Sergio Agüero, Argentina causó la desazón de la mayoría de los espectadores en San Luis, al imponerse el lunes 2-0 a Bosnia-Herzegovina en un partido amistoso.
El arquero de la albiceleste Sergio Romero tuvo una noche tranquila en un cotejo entre una selección bicampeona del mundo y pletórica de astros pese a carecer de Lionel Messi, y un país que se ha clasificado por primera vez para un Mundial.
En San Luis reside una numerosa comunidad bosnia, que abucheó a los argentinos desde el momento en que saltaron a la cancha para el calentamiento.
Después, los seguidores de la selección europea pudieron vitorear muy pocas acciones, a no ser por la única tarjeta amarilla en el encuentro, mostrada precisamente al “Kun” Agüero.
Fue el tercer partido amistoso disputado en el año en San Luis, y el segundo en el estadio Busch. En mayo, este inmueble registró una afluencia récord de más de 48.000 espectadores para el cotejo entre Manchester City y Chelsea.