Bladimir Díaz cumplió dos días en libertad, después de pasar 18 días detenido en la Delegación de la PNC en Suchitoto por agredir al árbitro José Vicente Ruiz. El delantero colombiano de 11 Lobos se sinceró en El Desempate de los momentos difíciles que vivió, reconoció su error pero también espera que el silbante reconozca que sí lo insultó con palabras racistas.
“Fueron 18 días de complicaciones, de aguantar frío, dormi incómodo, de tragedia para mí estar allá metido sin saber de la familia, pero los errores se pagan y yo sé que no debía actuar de esa manera y por eso pagué la consecuencia. De mi parte no lo veo como un error porque el árbitro debe ser consciente de lo que ha hecho y dijo. Y si yo reconozco delante de la gente que me equivoqué él debe actuaron un poco de honestidad y reconozca lo que ha hecho y que no solo me haga ver como el malo y diga al aire lo que dijo para que se aclare”, dijo.
Para Bladimir ya había tenido un antecedente con Ruiz, quien en el juego Real Destroyer-Once Lobos. “Allí no me dijo levántate negro HDP pero sí me amonestó y fue agresivo al decirme levantate negro que esto es fútbol”.
Agregó el jugador sudamericano: “Estoy aún molesto con el árbitro porque no debía detenerme como delincuente por 18 días, tengo cinco años de vivir en El Salvador y nunca había tenido problemas y eso me tiene tan molesto, por el trauma que le ocasioné le pido perdón. Si reconoce lo que me dijo, delante de todo el mundo le pediré perdón y disculpas”.
En cuanto a la detención, hubo situaciones negativas y unas pocas donde tuvo tranquilidad. “me tocaba dormir con las esposas puestas pegado a un poste, en un pasillo dormíamos aproximadamente ocho personas en una fila donde había unas colchonetas. Era muy complicado… Con los días los reos me guardaron cariño por mi forma de ser, igual los policías que me dieron una despedida el día que salí”. También agradeció a la directiva de 11 Lobos: “Siempre estuvieron pendiente de mí, pagaban para que no me faltara comida”.
En cuanto a cómo llegó al país hace cinco años, dijo: “Me trajo el empresario Víctor Alemán y me abandonó. Llegué con la idea de que jugaría en FAS”.